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ADICCIONES EN LOS JÓVENES

Por Agencias

Agosto 15, 2021 03:00 a.m.

A

Las drogas, el alcohol y el tabaco son las adicciones que más nos asustan como padres y a las que, cada vez, los adolescentes tienen un mayor y mejor acceso. 

Pero el uso abusivo de las pantallas, por ejemplo, se está convirtiendo en otro problema a tener muy en cuenta.

Quizás en las tres primeras, los factores externos se nos escapen, pero está claro que con los móviles y ordenadores tenemos un poco más de margen.

Unas adicciones que hay que identificar, gestionar desde casa y, si es necesario, solicitar ayuda.

La prevención es fundamental, pero también tener las herramientas necesarias.

LAS MÁS COMUNES

Para poder agrupar bien cuáles son las adicciones más frecuentes entre los adolescentes, debemos diferenciar entre dos tipos: con sustancia o comportamentales, es decir, sin sustancias.

Adicciones con sustancias: las más comunes y frecuentes son el consumo de alcohol, el tabaco y la marihuana. 

Las dos primeras, son más accesibles al estar más aceptadas socialmente y poder adquirirlas en establecimientos legales, como los supermercados o tiendas. 

MARIGUANA

En el caso de la marihuana, sin embargo, el consumo está asociado al entorno social y depende de agentes externos que les permitan tener acceso

 a la sustancia.

DE COMPORTAMIENTO

Adicciones de comportamiento: las más comunes son las que se relacionan con las pantallas, como el uso del teléfono celular, los videojuegos y un uso excesivo 

de Internet. 

En este último caso, se ha incrementado notablemente el número de adolescentes que empiezan a apostar dinero a través de diversas plataformas.

USO DE DISPOSITIVOS

En este último caso, aparece, además, la dificultad añadida de que, al encontrarnos en un mundo digitalizado, el uso de estos dispositivos está muy asociado a la sociabilidad, a la gestión de recursos públicos y la propia educación; por tanto, en ocasiones, es difícil discriminar entre un uso abusivo o una adicción.

INFOrMACIÓN PREVIA

La importancia de la información previa. Una de las cuestiones más importantes en el caso de las adicciones, es conseguir tener toda la información previa posible. 

Por supuesto, la prevención es fundamental para evitar futuros problemas de este tipo en nuestros hijos”.

POR SUSTANCIAS

En el caso de las adicciones por sustancias, hay que hacerles entender, aunque nos cueste, que se encuentran en una fase de desarrollo, por lo que, para ellos, no existe un uso moderado de una sustancia y que su consumo puede afectar a su organismo de manera muy significativa. 

Es muy importante, “inculcarles el valor que tiene decir ‘no’ ante la presión de grupo y el valor de unos hábitos de vida saludable”.

EDUCACIÓN

Sin embargo, para evitar las adicciones comportamentales, sin sustancias, es imprescindible realizar una labor de educación en el uso adecuado de los dispositivos para evitar su aparición.

Y es que, al encontrarnos en un mundo tan digitalizado, no podemos evitar que los adolescentes hagan uso de este tipo de recursos, a no ser que nos encontremos ante casos muy extremos que así lo requieran.

ALCOHOL

Adicción al alcohol, ¿cómo puedo gestionarlo? Además de esa labor preventiva fundamental en el entorno familiar, es importante también una labor preventiva en los colegios e institutos. 

En el caso de encontrarnos ya ante un problema, lo principal es:

MANTENER LA CALMA

Esclarecer cuáles es el contexto en el que se realiza este consumo, su frecuencia y el tipo de sustancia que ha ingerido.

Además, debemos indagar la posibilidad de que nuestro hijo adolescente se haya sentido presionado por el grupo para consumir alcohol.

El conocimiento de la causa nos ayudará a enfocar la mejor forma de ayudarle, pues no es lo mismo que sea este el motivo que lo que busque sea evadirse de la realidad.

FRECUENCIA

En el caso de que su frecuencia sea alta, el consumo elevado y no sepamos cómo abordarlo, es necesario tomar medidas y que acudamos a un profesional que debería partir de las necesidades individuales del adolescente, orientarlo, tanto a él como a los padres, en una correcta intervención y dotarlo de herramientas para evitar recaídas.