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CRISIS DE LA ADOLESCENCIA

Por Agencias

Julio 26, 2021 03:00 a.m.

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Entre los 14 y 16 años nuestros hijos entran de lleno en la adolescencia. 

Este es un periodo vital en el que todo parece desequilibrarse de nuevo justo cuando aún no se han recuperado de la crisis de la pubertad por la que acaban de pasar. 

Y es que, a menudo, estas dos fases se solapan, tal y como te explicamos a continuación. 

En esta ocasión, hablamos sobre la crisis de la adolescencia, para comprender un poco mejor por qué se produce y qué podemos hacer los padres para ayudar a nuestros hijos.

FASE DE DESARROLLO

Esta crisis de la adolescencia es un momento crucial para nuestros hijos, si bien no deja de ser como todas las demás crisis: Una fase más de su desarrollo cuyo objetivo es, en este caso, que dejen atrás la niñez y se conviertan en adultos. 

INDEPENDECIA

Esto tan natural como irrefrenable causa una gran preocupación entre los padres quienes ven que sus pequeños van creciendo, apartándose y alejándose en busca de una independencia que no siempre es bien entendida por ambas partes.

Lo que causa, con frecuencia, discusiones y confrontaciones.

CRECIMIENTO

Pero la adolescencia es más que una etapa llena de conflictos entre padres e hijos.

Es un momento de gran crecimiento en el que los principales protagonistas necesitan entenderse a sí mismos y encontrar el lugar en el que encajar. Escuchar, reconocer y guiar vuelve a ser la principal función parental en este tramo por el que transitan nuestros hijos camino de la adultez.

ADAPTACIÓN

Si en la crisis de la pubertad eran las hormonas las que entraban en acción y causaban cambios físicos y emocionales más o menos bruscos, intensos y visibles preparando el cuerpo y la mente para dejar atrás el niño que fue un día. Ahora es la suma de estos últimos cambios, más la necesidad de adaptarse y reconocerse en su nuevo cuerpo y forma de comprender el mundo, más la imperiosa necesidad de construir su propia identidad personal, sexual y social que le prepare para la búsqueda de pareja y obtener éxito laboral.

CONFLICTO

Ante todos estos cambios, los adolescentes se encuentran en constante conflicto por las nuevas responsabilidades que se les exigen, las demandas de independencia que reciben de su entorno y la todavía dependencia familiar. 

Este conflicto es, principalmente, el que provoca tantas discusiones y choques entre padres e hijos.

TRANSICIÓN Y ALTIBAJOS

La adolescencia es esencialmente un momento de cambio, de transición, de altibajos; es una montaña rusa emocional, donde los adolescentes pueden pasar bruscamente de la alegría a la tristeza en un abrir y cerrar de ojos. 

El desconcierto es absoluto no solo para ellos, sino también para todos los que les rodean, principalmente para los padres y hermanos más pequeños.

MIEDOS

En esta etapa aparecen nuevos miedos, como el miedo a hacer el ridículo o a no gustar a los demás.

IMAGEN CORPORAL

Su imagen corporal adquiere una importancia enorme y cualquier pequeña imperfección puede ser la causa de un gran complejo que, como padres debemos estar alerta para ayudarles a superarlo.

AUTOCONCEPTO

Su autoconcepto y su autoestima se encuentran en un momento muy vulnerable, ya que las opiniones de sus compañeros y amigos le afectan de un modo muy intenso.

AMISTADES

Las amistades y la pertenencia a un grupo adquieren una importancia casi vital.

Ellos son su punto de referencia, con los que se compara e intenta imitar en comportamiento, forma de vestir y modo de hablar.

SU TIEMPO

Necesitan estar tiempo a solas para pensar y conocerse a sí mismos, escuchar música y reflexionar sobre todos los temas que le perturban.

CONDUCTAS DE RIESGO

Pueden aparecer algunas conductas de riesgo, como el consumo de alcohol y tabaco producto de sus ansias de experimentar.