DIOS NO ES UN FANTASMA
Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.
No vivamos de imaginaciones. Porque éstas, nos pueden traer muchos pro-blemas, a pesar de que son ficticias; y podríamos vivir atormentados, por los fantasmas de la imaginación.
El hombre imagina cosas irreales, que pueden provocar impactos muy reales.
La imaginación, siendo algo ficticio, puede hacernos mucho daño.
Y eso, también lo hacen los fantasmas, porque provocan temores infundados.
Pero Jesús, no es un producto de la fantasía; el Señor es una realidad. Y ésta, es la verdad que nos llena de alegría.
Porque nos hace saber, que no estamos solos.
Dios no es una creación, ni tampoco una proyección del hombre, como muchos pensadores lo han afirmado; y si así fuera, entonces tendríamos que preguntarnos: ¿De dónde viene esa maravilla que es el ser humano?
Pero, somos nosotros una proyección de Dios; porque fuimos hechos a su imagen y semejanza.
Algo parecido les pasó a los discípulos, que después de la muerte del Señor, habían perdido la esperanza; y al ver a Jesús resucitado, creían que eso era producto de la imaginación, y todo, por el deseo de ver a Jesús vivo.
Y al estar viviendo esa situación, el Señor se les aparece y les dice: “No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: Un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo”. (Lc.24).
El Señor ha resucitado, en alma y cuerpo; Él, no es un espíritu desencarnado, ni un fantasma; Él, resucitó en carne y espíritu humano.
Para así, devolvernos una nueva humanidad.
Dios, no es producto de la fantasía, Él es real, y vive entre nosotros.
Pero, hay que creer en esa realidad; porque Dios es verdad, aunque nosotros preferimos pensar en fantasías, e ignorar la realidad de Dios.
no te pierdas estas noticias