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Su rostro al igual que en las monedas británicas se halla en las canadienses, pero esto no significa que su nieto, el príncipe Enrique, goce de todos los privilegios que un residente de este lugar tendría de forma automática.
De acuerdo con reportes del “Washington Post”, pese a que la relación entre Canadá y la familia real británica es estrecha significa que el príncipe Enrique o Meghan tendrán las cosas fáciles en cuanto al ámbito migratorio se refiere.
RESIDENTES LEGALES
Por lo qué, ante estas cuestiones, Béatrice Fénelon, portavoz de la agencia de inmigración de Canadá, explicó que: “Para convertirse en residentes legales permanentes de Canadá, tendrían (los duques) que aplicar a través de nuestros procesos normales de inmigración”.
“Sin embargo, los miembros de la Familia Real no están obligados a buscar autorización para venir y quedarse en Canadá como visitantes”.
No obstante, Fénelon no respondió a los cuestionamientos sobre si Enrique y Meghan podrían permanecer como “visitantes” indefinidamente.
Se entiende qué de acuerdo a las normas de inmigración de Canadá, los duques de Sussex podrían pasar hasta seis meses en el territorio con pasaportes británicos y como turistas, pero luego se esperaría que se fueran.
Y sin permisos de trabajo, que puede ser complicado obtener sin una oferta laboral, tendrían dificultades para ganarse la vida.
RESIDENCIA PERMANENTE
Aunque, también es posible que la actriz ya tenga su residencia permanente, esto después de haber trabajado por siete años en Toronto como actriz en la serie “Suits”, y si no, podría calificar para la residencia permanente bajo un programa de visa para personas con experiencia en un ámbito artístico, deportivo o cultural.
Así de esta manera Meghan podría ayudar a Enrique por medio del patrocinio familiar para conseguir su visa.
Otra opción sería solicitar la residencia a través de un programa para trabajadores calificado. Este consiste en un sistema de puntos, que considera la experiencia laboral, la educación, la edad y la capacidad lingüística de los solicitantes, quienes comienzan a perder puntos después de cumplir 30 años, por lo que Meghan, de 38 años, y Enrique, de 35, deberían comenzar con la solicitud lo antes posible.
COSTOS DE SU SEGURIDAD
Por otro lado, Audrey Maclin, profesora de la universidad de Toronto, aseguró a “The Washington Post” que de hecho Meghan y Enrique podrían solicitar la residencia permanente si planean quedarse en este país por un plazo de tiempo más largo alegando razones humanitarias o pasivas, una ruta disponible para los extranjeros que trabajan con permisos temporales o solicitantes de asilo que han mantenido registros sólidos de trabajo en Canadá.
Pero esto también podría dejar mal parado al gobierno canadiense y ser recibido con “hostilidad” por los contribuyentes canadienses, pues se evocan a razones humanitarias cuando se trata de guerras o catástrofes naturales.
Además de que no ha quedado claro ¿quiénes serán los que pagarán por la seguridad de Meghan y Harry mientras estén en Canadá?, ya que se ha especulado que por ser “personas protegidas internacionalmente” los canadienses podrían correr con el gasto, pero esto aún no ha quedado claro.