HIJOS PREADOLESCENTES
Según van haciéndose mayores, la relación entre hijos preadolescentes y padres va cambiando.
Si bien cuando son bebés los padres son su principal refugio, con el paso de los años van aprendiendo a ser más autónomos.
Y todo esto puede llegar a desembocar en un vínculo entre padres y preadolescentes que es complicado, pero que para nada es imposible.
Solo hay que trabajarlo con las herramientas oportunas.
IDENTIDAD
En esta etapa ocurren eventos similares: el niño inicia un proceso de transformación física y psicológica, que necesita de la contención y compresión de sus padres.
Esta etapa del desarrollo es caracterizada como “la pausa creadora”, en donde existe una búsqueda de la identidad.
Es normal, el retraimiento social, porque necesita afirmar su propia identidad, sumergirse en sus pensamientos y emociones.
FRIALDAD EMOCIONAL
Esto podría ser causante de dificultades en el vínculo con los padres, porque tal vez se experimente como una frialdad emocional del hijo al padre.
Sin embargo, no podemos olvidar que se trata de todo lo contrario: nuestro hijo preadolescente se aleja de nosotros porque está encontrándose, está transformándose en algo nuevo.
GUÍALOS
Aunque el trabajo de transformación de nuestros hijos es en solitario, los padres no debemos ser ajenos al mismo.
Podemos ayudar a nuestros hijos, guiarles, darles consejos y estar disponibles para lo que necesiten. A menudo, lo único que necesitan nuestros hijos es saber que estamos a su lado ante todos estos cambios que están experimentando.
A continuación, te damos una serie de recomendaciones que te podrían ayudar a trabajar el vínculo con tu hijo adolescente.
CALMA
Mantén la calma. A menudo, los padres nos desesperamos cuando, a pesar de que intentamos mantener una conversación con nuestros hijos e interesarnos por su vida, ellos no parecen muy abiertos a la charla.
Por eso, cuando tus hijos te respondan con monosílabos o no quieran contarte cómo estuvo su día, no les presiones.
Es mejor que simplemente les hagas saber que si necesitan contarte algo tú estás ahí
para escucharlo.
ENTRETENIMIENTO
Busca entretenimientos.
Invita a tus hijos a practicar actividades que les ayuden en este viaje, como practicar yoga o meditar. Incluso, si ellos quieren pueden practicar estos deportes en familia.
CAMBIO
El vínculo cambiará, pero es lo normal.Es normal que sientas que tu hijo ya no es ese niño afectuoso que corría a abrazarte.
Que ahora esté distante e indiferente, no significa que tú ya no eres importante para él.
Todo lo contrario, necesita mucho de ti, de tu silenciosa compañía en este viaje.
CONFRONTACIONES
Evita las confrontaciones. Dado que durante la preadolescencia y después en la adolescencia existe mayor inclinación a un descontrol emocional puede ser que sus reacciones sean intensas.
Te recomendamos ayudar a tu hijo en ese manejo emocional.
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