Entérate | ¿Por qué comemos 12 uvas en año nuevo?
Se cree que con esta tradición se atrae abundancia, prosperidad y fortuna
El acto de consumir 12 uvas al compás de las campanadas de la medianoche no es simplemente un gesto festivo.
Se cree que cada uva representa un mes del año venidero, y al comerlas se atraen deseos de abundancia, prosperidad y fortuna.
¿Por qué comemos 12 uvas en año nuevo?
La tradición de las 12 uvas tiene sus primeras menciones en el siglo XIX, vinculada tanto a excedentes agrícolas como a un gesto de burla hacia las clases altas. Con el paso del tiempo, se consolidó como un ritual que simboliza esperanza y buenos augurios para el futuro.
Aunque existen varias teorías, una de las más documentadas sitúa el origen de esta costumbre en 1909, cuando una cosecha excepcionalmente abundante de uvas en Alicante llevó a los productores a comercializar el excedente bajo el nombre de "uvas de la suerte". Cada paquete contenía 12 unidades, una por cada mes del año.
Este evento popularizó la idea de consumirlas durante las campanadas de la medianoche para despedir el año viejo y recibir el nuevo con optimismo, esto de acuerdo a National Geographic.
Otra teoría apunta al Madrid de 1882, donde miembros de las clases populares empezaron a reunirse en la Puerta del Sol para imitar y a la vez ironizar las costumbres de la burguesía, que celebraba el cambio de año comiendo uvas y brindando con champán. Este gesto, nacido como una sátira, ganó adeptos y con el tiempo se transformó en una tradición para todos los estratos sociales.
En otros lugares del mundo también existen tradiciones relacionadas con alimentos y buenos deseos para el año nuevo. En Italia, por ejemplo, es común consumir lentejas para atraer la prosperidad, mientras que en Grecia se hornea un pastel que contiene una moneda de la suerte.
La uva ha sido considerada un símbolo de abundancia y espiritualidad a lo largo de la historia. Este fruto, además de ser accesible y fácil de almacenar, estaba profundamente arraigado en las prácticas agrícolas de España, lo que facilitó su inclusión en rituales populares.
Cada campanada representa una oportunidad para pedir un deseo. Las 12 uvas se convierten así en una especie de amuleto colectivo, un gesto de esperanza compartido por millones de personas al inicio de cada año.
En América Latina, además de las uvas, es común usar ropa interior roja para atraer el amor o amarilla para la prosperidad. Otras personas sacan maletas a la calle con la esperanza de viajar más durante el año. Encender velas de diferentes colores también es una práctica popular para canalizar energías positivas.
no te pierdas estas noticias