Temor a la pandemia
En miedo desproporcionado e irracional a tocar o ser tocado por alguien o algo; así es como podríamos definir la hafefobia, un trastorno que se ha incrementado debido a la pandemia de Covid-19.
Esta crisis sanitaria y social sin precedentes trae de la mano problemas conductuales y psicológicos que, sin duda, se están viendo acrecentados.
Ha cambiado nuestra forma de vivir y los expertos ya están analizando las consecuencias.
Como otras fobias, a medida que aumenta y va siendo más limitante, hace sufrir mucho a quien la padece, llegando a afectar seriamente en sus relaciones sociales.
RELACIONES
En cualquier fobia surge un intenso miedo y ansiedad que aparecen inmediatamente después de estar expuestos al estímulo que lo provoca. Esta ansiedad es intensa y desproporcionada. Además, la ansiedad y miedo deben darse durante al menos 6 meses.
SER TOCADO POR ALGUIEN O TOCAR ALGO
El término de hafefobia se refiere al miedo a ser tocado por alguien o tocar algo, o que algo te toque o te roce en un instante determinado.
Incluso puede darse también en el contacto con nuestra familia o conocidos, no sólo con gente extraña.
Esto origina miedo y ansiedad desproporcionados, que interfieren en el desenvolvimiento normal de la persona, afectando significativamente a sus actividades y a su vida diaria.
Aunque hasta ahora no ha sido una fobia demasiado común, a raíz de la pandemia ha aumentado significativamente, debido al temor al contagio, al miedo a estar expuestos al virus en cualquier sitio y momento, y a que las personas y objetos nos lo puedan transmitir.
INCREMENTO
Ha aumentado debido a la pandemia.
Los expertos coinciden, por lo tanto, en que no es extraño que tengamos cierta sensación de fobia a la relación social con este año tan complejo que nos ha tocado vivir
La precaución para evitar contagiar y que nos contagien, efectivamente, nos lleva a todos a sentir algo de ansiedad en determinados instantes y evitar el contacto, pero no por ello vamos a desarrollar una fobia.
Si bien las personas que la padecían sí han acrecentado sus síntomas, que añade que la fobia es ante todo un miedo irracional y desproporcionado, que no se queda en un cierto sentimiento de ansiedad, sino que desemboca en una crisis de ansiedad o de pánico.
TRASTORNOS
Este año tan complejo que nos ha tocado vivir es normal que fobias que antes eran raras o se daban en menor proporción aumenten debido al miedo que nos produce la nueva situación.
La pandemia ha hecho que los trastornos de ansiedad se disparen entre la población, ya que sobre todo la incertidumbre y lo que puede llegar a pasar en todos los aspectos, desde el de la salud, familia, si afectará a nuestros seres queridos, e incluso a nivel de cómo repercutirá en nuestra economía y en la economía a nivel global, hace que no estemos tranquilos y que relajarnos nos pueda costar mucho más, siendo mucho más fácil que en otras épocas que aparezcan cuadros ansiosos.
PRECAUCIÓN
Así en este último año en el que se nos ha hecho hincapié en las medidas para frenar la expansión del covid 19, como desinfectarnos con gel hidroalcohólico, o mantener la distancia social, y el uso permanente de mascarilla, es hasta cierto punto lógico que estemos más precavidos en relación a cualquier relación de tipo social, por lo que es normal que todos nos encontremos con más miedo a cualquier tipo de interacción con los otros.
RESTRICCIONES
Situaciones que antes de la pandemia eran normales, como el contacto físico, abrazarse o darse la mano o besarse, ahora están restringidos, por lo que lo esperable es tener esta sensación de fobia a la relación social, miedo normal por la época que vivimos.
CONDUCTA
El problema llega cuando el miedo es desproporcionado.
Todo depende de la intensidad con la que se manifiesta esta conducta.
Lo que diferencia el miedo de la fobia es que la fobia provoca un intenso miedo, y ese miedo desproporcionado hace que casi toda nuestra actividad del día gire en torno a eso, y nuestro pensamiento diario va enfocado también en lo mismo, lo que nos impide vivir de manera tranquila.
PENSAMIENTO OBSESIVO
En la hafefobia, lo que pasa es que un día normal, en que otras actividades o pensamientos tendrían que ocuparlo, se convierte en un día marcado por el miedo a ser tocado o tocar a alguien o algo.
Por consiguiente, interfiere totalmente en nuestra vida, que queda marcada por esa fobia. Actividades rutinarias de nuestro día a día, como por ejemplo ir al supermercado, entrar en algún sitio, tocar un timbre o que alguien nos pueda rozar o tocar en algún instante puede provocar un pensamiento obsesivo sobre el que girará nuestro día y que nos impedirá centrarnos en otras cosas o disfrutar de ellas.
VIDA ANORMAL
Muchas veces intentar evitar todo eso o pensar en cómo evitarlo es lo que más ocupa el tiempo de la persona en su día a día, y por lo tanto lo que impide que tenga una vida normal.
Cuando los síntomas descritos aparecen a menudo y empezamos a sentir que nuestras relaciones sociales se están empezando a ver afectadas.
Si evitamos salir de casa o quedar con amigos o familia por miedo al contacto, llegan esas crisis de ansiedad y nuestro ánimo decae.
PATALÓGICO
Debemos plantearnos cuando ese miedo hasta cierto punto normal puede convertirse en patológico, y para ello debemos tener en cuenta varias cosas:
Cuando la mayor parte de tu tiempo, gira en torno a cómo evitar el contacto con los otros o incluso con determinados objetos o situaciones.
La vida empieza a cambiar significativamente y notamos que nuestro carácter también lo hace, aislándonos en exceso.
Si cualquier relación con otras personas o situaciones nos causa
no te pierdas estas noticias