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Al igual, que las creaciones que transforman a las generaciones de Mark Fast; o el estilo retro, de Bora Asku.
La casa Westwood se sumó así a la mayoría de firmas que participan en esta edición de la semana londinense y utilizan el soporte digital como única vía para dar a conocer su colección para la primavera-verano 2021.
FIRMA
Vivienne Westwood se define como una marca que va más allá de la “producción de ropa y accesorios”, un eslogan que desde la década de los setenta ha impregnado sus diseños con un espíritu contestatario que se mantiene en la actualidad.
El director creativo de la casa británica, Andreas Kronthaler, ha traducido este universo en una colección colorida y desenfadada, pensada también desde la comodidad, en la que priman los estampados en distintas tonalidades.
PROPUESTAS
Dominan los trajes de cuadros con americanas cruzadas y faldas plisadas o asimétricas, a los que se añaden monos y pantalones de tiro alto, que se combinan con camisetas con lemas como
“True Punk”.
En los accesorios, destacan los bolsos de mano, entre los que predomina el rojo, y algunas pequeñas bomboneras, así como los gorros pescador en liso o con el logotipo de la marca.
PROTESTAS
Como ha dejado claro esta colección, presentada con un video en que los modelos participan en una protesta, los mensajes de lucha contra la crisis climática y la desigualdad, la defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos, siguen siendo las causas que abandera la firma.
PAUL COSTELLOE
En esta jornada de la semana londinense, que arrancó con un desfile de Burberry muy inspirado en la naturaleza, participó también la firma del irlandés Paul Costelloe, que, junto a Westwood, forma parte del exclusivo grupo de diseñadores consagrados en esta industria.
La firma Paul Costelloe, que se caracteriza por el uso de lujosas telas hechas a mano combinadas con un diseño elegante e innovador, siguió esta premisa en la colección “Golden Reflections”, que, para la próxima temporada cálida, recomienda estampados florales y tejidos fluidos.
INNOVADOR
La apuesta de la casa irlandesa son vestidos de tirantes y mangas abullonadas en tonos beige, amarillos y azules que realzan la figura femenina, pero le aportan confort a base de tejidos como el algodón y el lino, usado en monos y americanas. Estas acompañan looks con pantalones de talle alto, que se completan con carteras, mochilas y riñoneras metalizadas.
