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El gobierno estadounidense alertó que en México se observa un bajo crecimiento económico desde 2019, se perciben cambios regulatorios que afectan a las inversiones y hubo una débil respuesta fiscal a la crisis económica que generó el Covid-19.
En el documento del Departamento de Estado Informe sobre el clima de inversión de México 2020, también señaló que se degradó la calificación de deuda y hay incertidumbre, inseguridad, informalidad y corrupción, entre otros problemas.
Destacó que, pese a lo atractivo que es México, los cambios regulatorios que lleva a cabo la actual administración generan dudas en el clima de inversión, sobre todo en el sector energético.
Mencionó que hay organismos internacionales que aseguran que la debilidad económica y la incertidumbre es producto de las políticas públicas de la actual administración.
El informe mostró que aunque se aprobó una reforma energética, la administración actual impulsó cambios legales que favorecen a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de los participantes privados, lo que llevó a algunas compañías a interponer demandas ante el Poder Judicial, e incluso recurrieron a arbitrajes internacionales.
El Departamento de Estado también percibió que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador erosiona y cuestiona la labor de reguladores que buscan evitar monopolios, como se vio en mayo pasado.
Recordó que el entonces director de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), César Hernández, renunció al negarse a exentar de la evaluación de impacto regulatorio a una controvertida normatividad sobre proyectos de energía.
"Los inversionistas están más preocupados porque la administración socava la confianza en las reglas del juego, especialmente en los organismos reguladores del sector energético", dice el documento. Por ejemplo, el Presidente nombró a cuatro de los siete comisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Asimismo, menciona que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) perdió influencia en la administración actual, mientras hay cambios regulatorios que merman la competencia en el área energética.
El informe destacó que, si bien el gobierno actual dice que combate la corrupción, este problema continúa y afecta la aplicación equitativa de la regulación.
"Las compañías reportaron que se mantiene como una preocupación la seguridad del país, sobre todo para aquellas que quieren invertir", agregó.
El entorno actual afecta el clima de inversión y el costo de hacer negocios en México, lo que se muestra en los últimos rankings de competitividad, además de que debe considerarse que las agencias Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s degradaron las calificaciones al país y a Pemex.
El Departamento de Estado añadió que instituciones financieras, así como el Banco de México, revisaron a la baja las expectativas para el PIB este año, anticipando una contracción que va de 4.6% a 8.8%.
De la situación laboral del país, Estados Unidos espera que mejoren las condiciones con el cambio a la ley en 2019, pues por años hubo quejas por bajos salarios así como falta de seguridad social.
En el documento del Departamento de Estado Informe sobre el clima de inversión de México 2020, también señaló que se degradó la calificación de deuda y hay incertidumbre, inseguridad, informalidad y corrupción, entre otros problemas.
Destacó que, pese a lo atractivo que es México, los cambios regulatorios que lleva a cabo la actual administración generan dudas en el clima de inversión, sobre todo en el sector energético.
Mencionó que hay organismos internacionales que aseguran que la debilidad económica y la incertidumbre es producto de las políticas públicas de la actual administración.
El informe mostró que aunque se aprobó una reforma energética, la administración actual impulsó cambios legales que favorecen a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de los participantes privados, lo que llevó a algunas compañías a interponer demandas ante el Poder Judicial, e incluso recurrieron a arbitrajes internacionales.
El Departamento de Estado también percibió que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador erosiona y cuestiona la labor de reguladores que buscan evitar monopolios, como se vio en mayo pasado.
Recordó que el entonces director de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), César Hernández, renunció al negarse a exentar de la evaluación de impacto regulatorio a una controvertida normatividad sobre proyectos de energía.
"Los inversionistas están más preocupados porque la administración socava la confianza en las reglas del juego, especialmente en los organismos reguladores del sector energético", dice el documento. Por ejemplo, el Presidente nombró a cuatro de los siete comisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Asimismo, menciona que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) perdió influencia en la administración actual, mientras hay cambios regulatorios que merman la competencia en el área energética.
El informe destacó que, si bien el gobierno actual dice que combate la corrupción, este problema continúa y afecta la aplicación equitativa de la regulación.
"Las compañías reportaron que se mantiene como una preocupación la seguridad del país, sobre todo para aquellas que quieren invertir", agregó.
El entorno actual afecta el clima de inversión y el costo de hacer negocios en México, lo que se muestra en los últimos rankings de competitividad, además de que debe considerarse que las agencias Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s degradaron las calificaciones al país y a Pemex.
El Departamento de Estado añadió que instituciones financieras, así como el Banco de México, revisaron a la baja las expectativas para el PIB este año, anticipando una contracción que va de 4.6% a 8.8%.
De la situación laboral del país, Estados Unidos espera que mejoren las condiciones con el cambio a la ley en 2019, pues por años hubo quejas por bajos salarios así como falta de seguridad social.
