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Los inicios de la estomatología surgieron con médicos y personas llamadas barberos flebotomianos, dedicados a la extracción de muelas. En el siglo XVII surge en Francia con el concepto de la dentistería, bajo el argumento que debía ser una profesión universitaria y con bases científicas, relató Martha Victoria Díaz Gómez de Kuri, dentista e historiadora y Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2005.
Previo a impartir la conferencia “Un paseo por la medicina y la odontología del Siglo XVI al siglo XX” en la Facultad de Medicina de la UASLP, relató que los galenos griegos y romanos no solo atendían todo lo relacionado a salud, sino que además debían hablar latín y tener conocimiento renacentista.
La entrevistada invitada por la Asociación Potosina de Historia y Filosofía de la Medicina A.C., citó que con la creación de las universidades en Europa, las únicas profesiones en universidad eran la medicina y la jurisprudencia, mientras que ingeniería y arquitectura la impartían en cofradías de constructores.
“Esos médicos eran seres, caballeros…el tener entonces un título de la universidad le otorgaba un nivel muy alto. Con ese nivel social tal alto, el médico no podía ensuciar sus manos con sangre o pus o fluidos del cuerpo”, comentó.
Derivado de ello, prosiguió al señalar que surgieron los cirujanos, profesionales de menor categoría a los médicos, dedicados a abrir y suturar una herida, pues los galenos solo diagnosticaban y daban el tratamiento.
Posteriormente, Díaz Gómez de Kuri recordó que prosiguieron los barberos, característicos por portar navajas, punzones e instrumentos cortantes, quienes además de cortar la barba extraían muelas, y así surgen los llamados barberos flebotomianos.
Aunado a ello, describió el nacimiento de los sangradores, personas que ejecutaban un tratamiento perpetuado por muchos siglos, aconsejado por Hipócrates, que consistía en sangrar para que normalizarán los humores del organismo.
“La odontología, el tratamiento de las enfermedades dentales como la caries o enfermedades de la encía, era dominio de los médicos de la antigüedad. Allá los médicos griegos y romanos eran médicos de todo”, refirió.
Previo a impartir la conferencia “Un paseo por la medicina y la odontología del Siglo XVI al siglo XX” en la Facultad de Medicina de la UASLP, relató que los galenos griegos y romanos no solo atendían todo lo relacionado a salud, sino que además debían hablar latín y tener conocimiento renacentista.
La entrevistada invitada por la Asociación Potosina de Historia y Filosofía de la Medicina A.C., citó que con la creación de las universidades en Europa, las únicas profesiones en universidad eran la medicina y la jurisprudencia, mientras que ingeniería y arquitectura la impartían en cofradías de constructores.
“Esos médicos eran seres, caballeros…el tener entonces un título de la universidad le otorgaba un nivel muy alto. Con ese nivel social tal alto, el médico no podía ensuciar sus manos con sangre o pus o fluidos del cuerpo”, comentó.
Derivado de ello, prosiguió al señalar que surgieron los cirujanos, profesionales de menor categoría a los médicos, dedicados a abrir y suturar una herida, pues los galenos solo diagnosticaban y daban el tratamiento.
Posteriormente, Díaz Gómez de Kuri recordó que prosiguieron los barberos, característicos por portar navajas, punzones e instrumentos cortantes, quienes además de cortar la barba extraían muelas, y así surgen los llamados barberos flebotomianos.
Aunado a ello, describió el nacimiento de los sangradores, personas que ejecutaban un tratamiento perpetuado por muchos siglos, aconsejado por Hipócrates, que consistía en sangrar para que normalizarán los humores del organismo.
“La odontología, el tratamiento de las enfermedades dentales como la caries o enfermedades de la encía, era dominio de los médicos de la antigüedad. Allá los médicos griegos y romanos eran médicos de todo”, refirió.
