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Varias compañías rusas trabajan en el proyecto de un yate espacial ideado para viajes turísticos a la órbita cercana. Los primeros vuelos podrán realizarse en cinco años, afirmó a Sputnik el diseñador principal de la oficina de Tecnologías Aeroespaciales, Alexandr Begak.
El desarrollo del Yate Espacial Selena, como se llamará la nave suborbital, comenzó hace dos años, pero es la primera vez que se filtra información. La nave podrá despegar de aeródromos convencionales, como un avión de pasajeros.
El yate espacial podría alcanzar una velocidad de 3,5 mach y una distancia desde la tierra de 120-140 kilómetros. Esa es justo la distancia donde se terminan las capas externas de la atmósfera terrestre y comienza el espacio exterior.
Luego del viaje al espacio, la nave regresará a la tripulación de forma automática a una velocidad de 0,85 mach (el Mach, medida de velocidad basada en la velocidad del sonido, equivale a 1234 kilómetros por hora, aunque con variaciones de acuerdo con las condiciones climáticas).
"Tenemos la oportunidad de hacer uso de cualquier aeródromo, ya que el dispositivo aterriza como un avión… Ahora estamos calculando el tiempo óptimo para estar en el espacio, una ruta de vuelo cómoda, porque la experiencia demuestra que las personas no necesitan estar en ingravidez durante más de 10 minutos", especificó Begak.
Cada modelo tendrá seis asientos para los pasajeros y uno para el piloto. El comandante de la nave hará más bien el papel de acompañante y supervisor, ya que, durante toda la trayectoria —desde el despegue hasta el aterrizaje—, la nave volará en piloto automático.
Se espera que el primer viaje de este tipo se lleve a cabo en 2019, y el coste de cada pasaje se calcula entre los 200 mil y 300 mil dólares.
Actualmente, la compañía estadounidense Virgin Galactic, del multimillonario Richard Branson, también está preparando vuelos turísticos suborbitales.
