Niños y abuelos, las otras víctimas de la manipulación informativa

Niños y abuelos, las otras víctimas de la manipulación informativa

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BRUSELAS, Bélgica (EFE).- La desinformación tiene muchos rostros y no se limita al sabotaje de los procesos electorales. Los menores, nacidos en sociedades cada vez más digitalizadas, y los ancianos, usuarios de internet sin las destrezas digitales de los más jóvenes, son también víctimas potenciales de la manipulación informativa.


"Cada generación tiene sus propios desafíos", explica a Efe el neurocientífico y psicólogo social francés Albert Moukheiber, ponente en la primera gran conferencia para explorar el fenómeno de las noticias falsas ("fake news") organizada en Bruselas por la ONG EU DisinfoLab.

A los 6 años tenemos grandes capacidades de pensamiento crítico y una sociedad digitalizada necesita cambiar la forma de educar a los niños y dotarles de herramientas para combatir la desinformación, sostiene Moukheiber.

"Descubrimos nuevas cosas y hay que enseñarlas", del mismo modo que "en los años veinte del siglo pasado no enseñaban división celular en los colegios porque no sabían que existía la mitosis. El colegio sirve para preparar a la gente para la sociedad. Hay que enseñar a aprender, a distinguir entre un hecho, una opinión y una prueba anecdótica", añade.

El experto apunta que se debe incidir también en aspectos como la autoestima, el acoso ("bullying"), las burlas o la idealización en Instagram, de forma que los niños vayan construyendo "poco a poco" una capacidad de resistencia ante los nuevos desafíos digitales "en lugar de arrojarles toda la información cuando tienen 14 o 15 años".

Comparte su opinión la fundadora de Lie Detectors (Detectores de Mentiras), Juliane von Reppert-Bismarck, que trabaja con estudiantes de Alemania, Bélgica y Austria en colegios de élite, pero también en barrios marginales, y apunta que los niños son víctimas de la desinformación "desde los 10 años".

"Los padres y profesores, o no saben que esto está ocurriendo o lo saben y no saben cómo hacerle frente", relata la experta, quien considera crucial "preguntar a los menores qué herramientas utilizan, qué ven".

"No sabemos cómo consumen información y tenemos que entenderlo", añade a Efe Von Reppert-Bismarck, quien aboga por mostrar a los jóvenes "ejemplos concretos, simples y locales" con el objetivo de que "los hechos sean relevantes para ellos" y abandonen la actitud de "me da igual, creo lo que creen mis amigos".

SEGMENTACIÓN
La manipulación informativa fabrica mensajes específicamente orientados para determinados grupos sociales y propagando esos contenidos con "tácticas de márketing en las redes sociales" a través de un "ecosistema de páginas en Facebook", de forma que, "una vez que sigues una de esas páginas, ves contenidos del resto", explica la especialista estadounidense Renee DiResta.

Esa segmentación de las audiencias para difundir bulos es un fenómeno que no afecta solo a las páginas de información política, comenta a Efe el español Alex Romero, fundador Alto Data Analytics, quien cita el ejemplo de los mensajes antivacunas, que demuestra cómo un problema de manipulación informativa se puede convertir en una cuestión de salud pública.

"Las campañas de aquellos que son contrarios a las vacunas están muy bien dirigidas a mujeres en edad fértil entre 25 y 45 años" y se articulan a través de "webs que generan grandes volúmenes de contenidos dirigidos a perfiles muy segmentados", explica.

"En cuanto a los argumentos, muchos tienen un elemento común: generar desconfianza hacia los gobiernos y sembrar dudas" porque "el juego de la desinformación no es tanto de favorecer una opinión política sino generar polarización", comenta este antiguo empleado de compañías tecnológicas como Viacom, Yahoo! o Vodafone.

Parte de la solución pasa por "concienciar, pero no sólo a los niños, sino a la sociedad en general" porque nuestras interacciones sociales en la red tienen "unos efectos más allá de lo que podamos pensar" y "esos 'clicks' educan a los algoritmos que luego nos muestran más contenidos similares", resume Romero.

LOS MAYORES
La segmentación de los mensajes también se aplica a las audiencias de mayor edad, personas que generalmente no utilizan Twitter, pero sí Facebook y, sobre todo, programas de mensajería telefónica como WhatsApp.

"Come cactus y te ayudará con la artritis, ponte una moneda en la frente antes de dormir y no tendrás migrañas, ponte limón en los ojos y vivirás más. Estas son las 'fake news' que reciben los mayores: sobre su salud o la salud de sus hijos o nietos", resume Moukheiber.

El neurocientífico reconoce que para los sénior "es mucho más difícil aprender", pero insiste en que hay que dotar a los mayores de 65 años de las competencias necesarias para desenvolverse en la sociedad de la desinformación porque "dejar de trabajar no significa no ser un miembro activo de la sociedad".

Moukheiber recomienda que esa capacitación se ofrezca a nivel local, municipal, enseñándoles cómo crear una página web o hacerse una página de Facebook y subraya que "es importante también para la autoestima, para que no se sientan separados del mundo".