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Ciudad de México.- La Orquesta Filarmónica de las Américas, bajo la dirección de Alondra de la Parra, ejecutó la llamada obra inconclusa “La Sinfonía No. 8”, de Franz Schubert, que gracias a la inteligencia artificial, interpretó los movimientos 3 y 4, en el Centro Cultural Roberto Cantoral.
En la sala de conciertos, que registró un lleno, la agrupación, bajo la batuta de la reconocida directora, interpretó los cuatro movimientos que debe tener una sinfonía, pues durante casi a 200 años, la obra solamente ha sido tocada con sus dos movimientos.
MOVIMIENTOS
Gracias a la colaboración del compositor Lucas Cantor y de la inteligencia artificial de un dispositivo de una firma global de celulares se fueron creando el tercer y cuarto movimientos, que junto con el primero y segundo se completó la sinfonía, de Schubert.
Bajo el proyecto de “Unfinished Symphony”, la Orquesta Filarmónica de las Américas, ejecutó la obra escrita por Schubert entre 1822 y 1823, y que se estrenó en 1828, que se trata de una obra con profunda melancolía, qué en palabras De la Parra, expresó momentos antes del concierto.
Los músicos de la agrupación tocaron con excelsa técnica la pieza, con cierto toque de tragedia, sobre todo el primer y segundo movimientos, lo cual continuó con un poco de nostalgia en el tercer movimiento, mientras que el cuarto fue mucho más optimista, ligero y con un final triunfal.
Con esa poderosa combinación de la habilidad humana y de la inteligencia artificial, Huawei le enseñó a su smartphone Mate 20 Pro a componer el resto del tercer y cuarto movimientos, completamente nuevos para la “La Sinfonía No. 8”.
EXPERIENCIA
Alondra de la Parra reconoció que la obra inconclusa es una de las piezas que más ha dirigido, porque se trata de una de las más preciosas que se han escrito, pues lleva casi 200 años viviendo perfectamente en paz con sólo dos movimientos.
“Cuando me invitaron y me dijeron, vamos a terminar la Sinfonía No. 8 inconclusa de Schubert, mi primera reacción fue por qué, pues está bien así”, precisó.
Aclaró que cuando entendió cómo lo iban a realizar, que era involucrar esa tecnología en predecir o adivinar lo que hubiera querido hacer Schubert, me pareció muy interesante y como un ejercicio especial, sin pretender que ya está terminada la Sinfonía o así la hubiera terminado.