Amigos…
cuentología cale agundis
Alguna vez, recuerdo haber visto a papá sentado plácidamente en el “reposet” de la sala grande de la casa, y acariciar su cigarro Raleigh que fumaba en aquel entonces, con la pierna cruzada que dejaba ver sus calcetines perfectamente bien combinados con el zapato y el pantalón, y entonces, lo escuché decirle a alguien: “Donde tú estás se habla de mí… donde yo estoy ni te conocen”. Tómala mi chavo. Luego de eso, todos reían a carcajadas echando humo por la boca y brindando con el suculento Botran 8 de reserva clásica, en las rocas. Papá y sus amigos eran un clásico del tiempo, íconos de lealtad, grandes legendarios, imperecederos… eran sarcásticos, bromistas, inteligentes, más que eso, varios de esa cepa única y divina, eran sabios de exquisitas costumbres. Todos de excelente cuna, de un humor blanco envidiable. Podría nombrar a Salvador y Manuel Nava, a Miguel García Maldonado, al doctor Bandín, a Pepe Rosillo, el doctor Fernando Rangel, Luis Alvarado, Torres Arpi, Mario Güemes.
Y volviendo a la conversación de al principio:
--Donde tú estás, hablan de mí, y donde yo estoy, ni saben quién eres. ¡No te preocupes, no es personal, solo soy muy famoso!-- Decía mi padre riendo.
--¡Tranquilo hombre, que ni yo me acuerdo de ti!-- Decía por ahí otro doctor a carcajadas.
Tiraban carrilla a un tercero que no estaba presente.
Tan afables todos. Hoy: es puro difunterío y lo único que no ha muerto son esos recuerdos, que me hacen esbozar una sonrisa.
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