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El Castillo que no es Castillo
Querido amigo,
Cuando llegas a la ciudad de Chichén Itzá, se muestra ante nuestros ojos una construcción grandiosa en su estructura e inmensamente grandiosa en su historia y simbolismo religioso para los antiguos mayas, está maravilla es el Templo de Kukulkán el que fue reconocido el día 7 de julio del año 2007 como una de las nuevas siete maravillas de mundo moderno, esto debido a una iniciativa privada que sin contar inicialmente con el apoyo de la Unesco, fue reconocida por millones de personas de todo el mundo y que emitrón un voto contundente. Para el reconocimiento de esta joya de la cultura maya y consecuentemente de nuestro país.
Sobre los múltiples y grandiosos edificios y estructuras que componen la explanada de Chichén Itzá, se levanta imponente la pirámide de Kukulkán la más admirada del mundo maya por el profundo significado religioso y arquitectónico que posee, esta edificación tiene una clara e inobjetable influencia tolteca y es presidida por el dios de la voz de trueno dentro de la mitología maya y que es la representación de Quetzalcóatl tomado del panteón de la cultura Tolteca.
Algunos llaman a esta pirámide “El Castillo”, pero nunca lo fue, nadie lo habito ni lo construyeron como tal, su función fue y es la de ser el templo para el dios más grande entre los mayas. Esta edificación es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular.; esta estructura se asienta sobre una plataforma rectangular de 55.5 metros de ancho y tienen una altura de 24 metros. Cada uno de los cuatro lados de la pirámide tiene una gran escalinata de 91 escalones y uno más que conduce al templo ubicado en la cúspide, la suma de estos escalones es de 365, uno por cada día del año.
Cada una de las escaleras es flanqueada por balaustradas de roca caliza y en la base de la escalinata norte dos enormes y magnificas cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulkán.
El día del equinoccio la sombra que se proyecta semeja a una gran serpiente que baja desde el templo hasta las cabezas de serpiente emplumada simbolizando de esta manera la llegada de Kukulkán para dar inicio a un nuevo ciclo de vida.
Aquí estamos al pie de la pirámide esperando la llegada de la serpiente emplumada, su llegada desde el mundo mitológico maya para encontrarse con su pueblo y con turistas de todo el mundo, y aquí estamos Charis y Yo, venidos desde Aridoamérica, para encontrarnos con uno de los dioses más importantes que han existido
ramon.ortiz.aguirre@gmail.com
