Catedral Metropolitana, a marchas forzadas
Ciudad de México.- Con andamios de 60 metros de alto colocados alrededor de las torres campanario principales y también dispuestos en el conjunto Sagrario, la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, edificación histórica que data de 1573, se encuentra en proceso de restauración por afectaciones derivadas del terremoto del 19 de septiembre de 2017, además de los hundimientos diferenciales ocasionados por la inestabilidad del suelo lacustre en el que se encuentra la zona del Centro Histórico.
En un recorrido realizado en las zonas intervenidas de la Catedral se constató que los trabajos avanzan a marchas forzadas por la complejidad de las obras. Arturo Balandrano Campos, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural explicó que el primer paso fue la instalación de los andamios, seguido de la protección de los bienes muebles para evitar daños por caída de material.
“La Catedral es un monumento imponente, de un altísimo valor cultural, artístico y el principal monumento religioso del país; ha tenido una historia complicada desde el inicio; desde los años 70 los hundimientos comenzaron a ser más frecuentes”, explicó.
Balandrano agregó que el proceso para reforzar la seguridad estructural del conjunto consiste en la inyección de lechada tipo I, una sustancia semilíquida para anclar las grietas y fisuras dañadas en las torres por los movimientos sísmicos, además de llevar a cabo una limpieza general del conjunto para evitar el crecimiento de la flora parásita.
Con una plantilla de 140 empleados divididos en tres turnos, las obras también avanzan en el área de bóvedas con cosidos de grietas con mampostería para detener los hundimientos diferenciales. De acuerdo con Balandrano, los avances marchan conforme al calendario establecido, por lo que se espera que las obras concluyan en la fecha indicada por la Secretaría de Cultura federal, el 31 de diciembre próximo.
En el recorrido entre andamios que rodean el conjunto catedralicio, también se registró que el conjunto escultórico de Manuel Tolsá, formado por las piezas La Esperanza, La Fe y Caridad, sigue sin atenderse. De acuerdo con Balandrano, el proceso de restauración ya tiene un proyecto previo, por lo que en las siguientes semanas comenzarían las obras, que consisten en unir las piezas separadas de La Esperanza, que cayó por el sismo del 19 de septiembre, y dar limpieza y mantenimiento a las dos restantes, además de la construcción de un sistema especializado de anclaje para evitar que vuelvan a caer en un movimiento telúrico.