Chapultepec, el volcán habitado desde hace miles de años

Evidencias y asentamientos de la época preclásica

Chapultepec, el volcán habitado desde hace miles de años

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Ciudad de México.- En Ciudad de México lo denominan “cerro”, pero en realidad se trata de uno de los volcanes “más antiguos” de la zona. Se trata de Chapultepec, que se alza como un gran parque urbano, pero que ha visto pasar por sus laderas diversas culturas y civilizaciones.

Entre ellas, la mexica, la tepoteca o la teotihuacana, de la que se han encontrado los restos de un poblado. Se trató de un descubrimiento que tuvo lugar en 2018, aunque todavía queda por conocer su cronología exacta.

“Al caserío lo hemos llamado teotihuacano, pero hasta ahora no sabemos si se desarrolló antes de que existiera Teotihuacán o si fue contemporáneo”, dice la arqueóloga María de Lourdes López Camacho. Por tanto, se debe seguir investigando, ya que solo se ha excavado “una porción” de lo que fue el asentamiento. No obstante, y hasta el momento, se han encontrado 16 enterramientos -algunos acompañados de ofrenda-, un grupo de habitaciones o un patio.

Pero la relevancia de Chapultepec, que en lengua náhuatl significa “cerro del chapulín”, no finaliza aquí. En esta antigua elevación de origen volcánico también se han identificado miles de piezas prehispánicas, entre las que destacan puntas de flecha, cerámicas, vasijas o petrogrados.

INVESTIGACIONES

Incluso, todavía hoy se pueden observar restos de altares y lugares de oración. “Existe un templo tallado en la roca viva del cerro, un retrato de (el emperador mexica) Moctezuma II y vestigios de acueductos prehispánicos y coloniales”, asegura López Camacho.

De hecho, gracias a los trabajos arqueológicos que se han realizado durante los últimos años se han alcanzado conclusiones de gran relevancia, que han obligado a reescribir ciertos pasajes de la historia.

“Pensábamos, tal y como decían las fuentes, que cuando llegaron los mexicas a la zona, el cerro estaba desocupado, pero a la hora de excavar nos dimos cuenta que, en ese momento, existía población tepaneca en Chapultepec, hecho que ha hecho cambiar la historia oficial”, indica la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

De acuerdo con la experta, las investigaciones arrojan evidencias de asentamientos desde la época preclásica (2500 a.C.-200 d.C.), con una presencia humana continua hasta la fecha.

UNA FORTALEZA DE LA ÉPOCA COLONIAL

Asimismo, también existen en el “cerro” diversos elementos patrimoniales del periodo colonial, como acueductos o el propio Castillo de Chapultepec.

Esta fortaleza ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia, entre ellos residencia presidencial, colegio militar o Museo Nacional de Historia, utilización que se mantiene en la actualidad. Hay que tener en cuenta que este complejo ocupa la cima del promontorio, un lugar estratégico que nunca llegó a estar inundado por el antiguo Lago de Texcoco, que fue desecado.

Además, en este emplazamiento existieron más de una docena de manantiales, lo que permitía abastecer a sus moradores. Por tanto, no es extraño que estuviera habitado desde antaño. “Cualquier grupo que se asentase necesitaba tomar agua, por lo que Chapultepec era buscado por las comunidades que llegaban a las proximidades”, indica López Camacho.

HERENCIA HISTÓRICA

La importancia de esta herencia histórica y material permitió que, en 2016, Chapultepec consiguiera la declaración como Zona Arqueológica, un resultado que, en parte, tiene que ver con el desempeño de López Camacho en el terreno durante los últimos 10 años.

“Hace una década se planteó la necesidad de realizar una revisión del área para ver si contaba con asentamientos prehispánicos”, rememora la arqueóloga. Estos trabajos se iniciaron con la realización de fotografías aéreas y satelitales del área y, tras el análisis de las imágenes, se pudo acceder a los espacios que -de acuerdo con las imágenes realizadas- podrían arrojar resultados arqueológicos.

Posteriormente, López Camacho se acercó a esos puntos para comprobar “in situ” la posible envergadura de los vestigios.

La especialista registró los hallazgos “con la finalidad de que si se llegase a hacer alguna obra en el bosque, nos avisasen para que pudiéramos acometer una excavación previa”, relata.