Compromiso y generosidad definen a Peri Rossi en su 80 aniversario
Foto: EFE
MONTEVIDEO, Uruguay (EFE).- Ni fue "alumna formal" de Cristina Peri Rossi ni se cobijó en su casa antes de su detención en 1972 pues nunca estuvo, dice, "en la clandestinidad"; pero Ana Luisa Valdés rememora con cariño y admiración hacia la Premio Cervantes 2021 el medio siglo de estrecha relación con la escritora que este viernes cumple 80 años.
En entrevista con Efe, se refiere a su larga amistad, vinculada al "compromiso" político y literario, y habla de la autora de "La insumisa" como de una persona "generosa", términos en los que también se expresa Néstor Sanguinetti, profesor y columnista de la revista Brecha.
Pese a la diferencia generacional y la distancia entre Montevideo y Barcelona, donde reside la veterana escritora, Sanguinetti mantiene una "preciosa amistad" desde 2004 con la galardonada hasta el punto de que, en septiembre pasado, fue nombrada Ciudadana Ilustre de Montevideo y él la representó en el evento.
Valdés, como espoleta que impulsó a Peri Rossi a exiliarse antes de la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985), y Sanguinetti, como su enlace cotidiano con la ciudad donde nació y que prefiere seguir "idealizando" en la lejanía, ayudan a Efe a recomponer un perfil humano de la creadora de "La nave de los locos" (1984), "Otra vez Eros" (1994) o "Habitaciones privadas" (2012).
LETRAS Y POLÍTICA
Valdés puntualiza lo publicado en prensa tras la concesión del galardón más importante de las letras en español a Peri Rossi, a la que conoció en 1970 cuando ella tenía 17 años y la Cervantes 2021, a sus 29, ya había publicado "Viviendo" (1963) y "Los museos abandonados" (1968).
"No fui alumna formalmente, pero sí en el momento que uno elige maestra o mentor, puedo hablar de la relación de Cristina como mentora, como la mujer que vio en mí un potencial y me dio herramientas", explica Valdés, quien se exilió en Suecia desde 1978.
Allí vivió 32 años y se formó como antropóloga cultural, se dedicó a la escritura, la traducción y el periodismo y contribuyó a la fundación del sello Nordan -con el colectivo Comunidad del Sur- para difundir en sueco la obra de autores latinoamericanos, como José Donoso, Carlos Fuentes, César Vallejo o Juan Carlos Onetti.
"'Los museos abandonados', de Cristina, fue uno de los primeros libros que publicamos. Tuvo una excelente recepción en Suecia y espero que ahora empiecen a descubrir y a traducir más libros suyos", comenta y sonríe al recordar que ambas 'intercambiaron' prólogos.
Ambas eran militantes de izquierda en la época en que se fundó el Frente Amplio, gran coalición de fuerzas políticas y sociales que gobernaría entre 2005 y 2020.
"Ella vivía con una amiga y me dieron una formación política y literaria que no había en mi casa, que era un hogar muy conservador", explica Valdés, quien relata su posterior detención.
"No me detuvieron a la salida de su casa, como se ha dicho. Fui a lo de Cristina, como todos los días, y me llevaba su cédula (carné) para sacarle unos medicamentos, ya que ella estaba enferma. Pero a mitad de camino pensé que si me agarraban con su cédula, la llevaban a ella también", rememora.
Regresó para devolverle el documento y evitarle una situación peligrosa y dice que aquella fue "la última vez" que se vieron. Tres horas después, el Ejército fue a casa de su madre para detenerla.
"Cristina quedó muy asustada al ver que no aparecí más, llamó a mi madre y se enteró de que estaba presa y ahí sí se asustó mucho, porque sabía que me iban a interrogar y podía salir su nombre. Entonces preparó su ida del país", detalla.
En 1978 se reencontraron en Barcelona y, a partir de ahí, se vieron con relativa frecuencia, si bien en los últimos años la relación se enfrió.
No tiene la certeza, pero basándose en su experiencia, considera que Peri Rossi jamás retornó a Uruguay porque "uno se convierte en otra persona en el exilio".
"Ella extrañaba mucho a su familia", señala Valdés, quien agrega, no obstante, que "allá tenía una buena situación de trabajo, era admirada, respetada, tenía un público", así que "nunca habló de volver" e, incluso, sonríe al recordar que, cuando le comunicó su decisión de regresar, Peri Rossi le dijo: "Estás loca".
MONTEVIDEO, PRESENCIA Y AUSENCIA
Sanguinetti es el nexo casi diario entre Montevideo y Peri Rossi. Al hilo de un congreso en la Biblioteca Nacional de Uruguay, en cuya organización participaba, en 2014 iniciaron contacto "por correo electrónico" y, aunque ella rechazó el viaje, nació una "preciosa amistad" entre ambos que se sustenta vía WhatsApp.
Montevideo, la ciudad en la que nació, la que soñaba le dedicara algún día una plaza cuando fuera famosa y en la que no volvió a vivir desde su ida a Europa en 1972, "está muy presente siempre en sus evocaciones y en sus textos", explica a Efe el profesor.
Sanguinetti reivindica que Uruguay nunca le reconociese su trabajo previo al exilio y, por tanto, no tiene "una jubilación o un sueldo fijo" y que sus derechos de autor no son muy elevados, ya que, por su fidelidad "a las editoriales que aman la literatura" no publica "en grandes grupos", lo que habla, dice, "de su actitud política, su compromiso con sus ideales".
El columnista resalta la "juventud" de Peri Rossi, pese a los 80 años que cumple este viernes.
"Cada vez que hablo con ella es como si hablara con alguien de mi edad, con una mujer joven que está sumamente interiorizada de lo que pasa en el mundo... está pendiente de los medios de comunicación, de su Facebook, sus redes sociales...", comenta.
Y cree que la "lucidez" y la "contemporaneidad" con la que habla de los problemas de su tiempo ha permitido su "llegada" al público más joven. Quizá por eso este viernes un grupo de poetas celebra en Montevideo con una lectura sus 80 años.
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