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Roma.- La gran erupción del Vesubio, que hace casi dos milenios sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano, provocó unas temperaturas tan altas que el cerebro de una víctima quedó vitrificado, algo que se ha descubierto por primera vez en una investigación arqueológica.
La erupción del año 79 d.C fulminó en el momento a este hombre, quemando su grasa y tejidos corporales, mientras que su cráneo explotó y la materia cerebral quedó vitrificada por efecto de unas temperaturas que podían llegar a los 520 grados centígrados.
Se trata de la primera vez que se descubren restos de un cerebro humano conservado en este estado por culpa de una erupción, explicó el antropólogo Pier Paolo Petrone, responsable del hallazgo, que se dio en el interior de un edificio de Herculano, cerca de Nápoles.
“Me di cuenta de que algo brillaba entre las cenizas, eran fragmentos vidriosos de color negro, como obsidiana pero muy frágiles”, aseguró a los medios locales Petrone, que estudia desde hace años los efectos de la erupción del Vesubio.