La historia de Tayra
23:
Tayra tiene una manera
de mirar naranjas,
copos de nieve cuando declina el día.
La historia de mi perra corre paralela con las aventuras de un reloj salvaje.
Un colibrí curioso rompe una ventana
y una piedra.
El caso es la fractura,
los juegos de azar sobre la alfombra roja: el veterinario dijo algo de las ruinas que perjudican su cadera
y de una ciudad de cera en cada oreja,
ácaros de metal cerca del yunque.
Como ves, nada es especial excepto un canto Zulu y un trozo de Manchuria
en la despensa.
Así es el samsara, como un río,
como un colibrí que dibuja ochos
con su vuelo,
como un perro que sueña ser un perro al pie de una ventana.
El aire se llena de poemas rotos.
Pero te puedo decir la tarde, a veces
las campanas,
el negro pelaje de una labrador
que duerme,
un animal que baja con cuidad
la escalera.