Para los nicaragüenses Ernesto Cardenal no murió, se integró al universo

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Para los nicaragüenses Ernesto Cardenal no murió, se integró al universo
Foto: EFE

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MANAGUA, Nicaragua (EFE).- Mientras el mundo de la literatura lloraba el fallecimiento del poeta y sacerdote trapense Ernesto Cardenal, su velorio en Nicaragua este lunes reflejaba poca tristeza, pues para los nicaragüenses el autor de "Canto Cósmico" no murió, sino que se integró al universo.

Algunos de los académicos más respetados de Nicaragua se dieron cita en la vela de Cardenal, en Managua, y recordaron que para el poeta el ser humano es polvo de estrella, y que la muerte no es otra cosa que la reintegración con Dios.

"Ernesto Cardenal, con todo ese bagaje cultural, o es un astronauta, o es un meteorito, o sencillamente es una nueva galaxia", dijo a Efe el miembro de número de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Luis Rocha Urtecho.

LLEVÓ LA CIENCIA A LOS POEMAS 

La escritora y poeta Gioconda Belli explicó que "hay una inmortalidad que tienen los poetas y la literatura y el arte, que permanece", y que en el caso de Cardenal, "nos deja una reflexión muy profunda sobre lo que significa ser un ser humano comprometido con su tiempo, con la belleza, con un pensamiento muy desarrollado sobre el cosmos, el universo, él decía que era el único poeta que escribía poesía científica".

El sacerdote que a mediados del siglo pasado escribió la "Oración por Marilyn Monroe", no vio contradicciones entre el Creador y la ciencia, de hecho, en su obra afirma que Jesús era Dios "con los cromosomas de Adán".

"Llevó la ciencia a los poemas y su amor por la naturaleza, él decía que todos somos polvo de estrella, efectivamente, todos los seres humanos somos polvos de estrella y en algún momento vamos a ir también hacia el firmamento", reflexionó el académico Carlos Tünnermann, uno de los más prestigiosos de Nicaragua.

UN ESTUDIOSO DEL UNIVERSO 

Belli, quien fue una amiga personal del poeta, recordó que Cardenal "era un estudioso del universo y también del ser humano, él compara el universo con la maravilla que es nuestro cuerpo, las células, las neuronas, él hace una comparación entre la biología y la física".

Para Rocha, Cardenal está en el mismo nivel de poesía que Pablo Neruda, pero el nicaragüense “es mucho más variado, sin denigrar a nadie, más polifacético”, pues exploro temas científicos, históricos, antropológicos, teológicos, entre otros.

De hecho, Cardenal, nominado en al menos dos ocasiones para el Premio Nobel de Literatura, recibió el Premio Pablo Neruda en 2004.

El poeta nicaragüense también recibió en el Premio Reina Sofía de Poesía, "el máximo galardón que se puede recibir en ese campo", destacó Tünnermann.

SE INTEGRÓ AL UNIVERSO 

El autor de "Epigramas", quien falleció ayer a los 95 años, también fue merecedor del Premio Internacional Mario Benedetti, y conformó la Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia.

En Nicaragua Cardenal también recibió la Orden Curie, extendida por la Escuela Universal Pierre & Marie Curie en Managua, que honra el legado extraordinario de personas excepcionales en las ciencias, el arte y la cultura.

Sin ánimos de caer en la idolatría, pero con el convencimiento de hacer honor a la fe del sacerdote nicaragüense, Tünnermann dio una recomendación al despedirse: "Cuando levanten esta noche la cabeza y miren el firmamento, verán una estrella más brillando en el cielo, ese es el poeta Cardenal, que ya se integró al universo".