RUBÉN MAYA Y LA CONFRONTACIÓN DEL SER
Presenta su exposición inversiva “Transmutaciones del psico-ser activo, luz-sombra”, que invita al espectador a enfrentarse con su propia dualidad, en el Museo Federico Silva
Galeria
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Rubén Maya Moreno presentó su exposición “Transmutaciones del psico-ser activo, luz-sombra”, una instalación inmersiva que invita al espectador a confrontarse con su propia dualidad. Ubicada en el Museo Federico Silva, los conjuntos de personajes parecen observar directamente a quien los contempla.
“Los personajes tienen ojos de cristal y miran de una forma confrontativa. La acción es directa al consciente”, explicó el artista en una entrevista exclusiva para Pulso Diario de San Luis.
Cada pieza se convierte en un reflejo del visitante, generando una experiencia que trasciende la simple observación pasiva y lo sumerge en un cuestionamiento interno.
Desde su formación como grabador y pintor, Maya ha desarrollado un lenguaje visual que combina el simbolismo con la experiencia sensorial. Su obra, inspirada en el concepto junguiano de la sombra, busca activar una reacción en el espectador. “Trabajo con la idea de los espejos intrapsíquicos: los personajes reflejan lo que el espectador trae consigo”, comentó.
En su trayectoria ha explorado la relación entre la luz y la oscuridad no solo como elementos estéticos, sino como representaciones del conflicto interior del ser humano.
CARGA SIMBÓLICA
La instalación está conformada por dos salas con ocho grupos de personajes, cada uno con una carga simbólica específica. Algunos representan la parte oscura del ser humano, mientras que otros evocan la posibilidad de la luz. “Los personajes están hechos con luz fluorescente y rodeados por una trama de hilos que los mantiene en un espacio intermedio entre la luz y la sombra”, señaló el artista. Estas figuras, algunas de ellas mutaciones entre formas humanas y animales, transmiten sensaciones que van desde la calma hasta el desconcierto. Maya menciona que ciertos espectadores han sentido una conexión espiritual con algunos personajes, mientras que otros han experimentado inquietud al enfrentarse con su lado más oscuro.
SIGNIFICADO DE LA INSTALACIÓN
El escultor enfatiza la importancia del entorno en la percepción de su obra. “Cada espacio transforma el significado de la instalación. No es lo mismo presentar estos personajes en una galería que en un antiguo edificio religioso o un museo con una carga histórica distinta”, explicó. Su trabajo ha sido expuesto en diversos contextos, desde museos en México hasta espacios en el extranjero, y cada presentación ha generado nuevas interpretaciones. Mencionó que lugares como el Museo Leonora Carrington, su obra adquiere un sentido de lo onírico y lo surrealista, al ser una antigua cárcel se percibe con una carga más densa y opresiva.
EL SONIDO COMO PARTE DE LA EXPERIENCIA
El artista también incorpora el sonido como parte de la experiencia. Mantras tibetanos y cantos de su propia creación resuenan en la sala, acompañando la interacción del espectador con los personajes. “Algunos sienten que el sonido los tranquiliza, otros lo perciben como algo inquietante. Todo depende de la carga emocional con la que entran”, comentó. Estos elementos sonoros tienen la intención de equilibrar el ambiente y acompañar al espectador en su proceso de inmersión en la obra.
Para Maya, su proceso creativo ha evolucionado con el tiempo. Aunque inició en la pintura y el grabado, encontró en la instalación un medio que le permite desarrollar experiencias más inmersivas. “Me interesa generar una confrontación real con el espectador, que no sea solo una obra decorativa, sino algo que provoque una reacción”, afirma.
Su búsqueda artística se ha nutrido de influencias tanto clásicas como contemporáneas, desde los grabados de Goya hasta las instalaciones de Anthony Gormley y Juan Muñoz, quienes también exploran la relación entre el cuerpo y el espacio.
SU TRABAJO, RECONCOCIDO
A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL
Su trabajo ha sido reconocido a nivel nacional e internacional, con premios como el Firenze en Italia y el Sistema Nacional de Creadores en México. Sin embargo, para él, lo más importante es seguir explorando nuevas formas de expresión. “Ahora quiero llevar mis personajes a entornos naturales y generar petrograbados contemporáneos en la piedra, interviniendo el paisaje como lo hicieron nuestros ancestros”, adelanta.
En este nuevo proyecto, Rubén pretende inscribir símbolos y figuras en rocas de montañas y selvas, creando espacios rituales que dialoguen con la naturaleza y la historia.
Rubén Maya sigue expandiendo los límites de su obra, buscando siempre desafiar la percepción del público y su relación con la luz y la sombra. Su interés por generar experiencias significativas a través del arte lo impulsa a continuar explorando nuevas formas de expresión que permitan una reflexión más profunda sobre la naturaleza humana y su dualidad.
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