logo pulso
PSL Logo

San Francisco de Asís y los Franciscanos: Patrimonio Cultural y Espiritual

Por Estrella Govea PULSO

Enero 02, 2025 03:00 a.m.

A

Galeria

El legado de San Francisco de Asís y de la Orden Franciscana trasciende, religiones y épocas, desde los orígenes del joven Giovanni en la medieval ciudad de Asís hasta la expansión de los franciscanos por la Nueva España, su historia es un testimonio vivo de fe, arte y cultura, y la exposición “Humilitas Est Sapientia” ubicada en el Museo del Virreinato lo demuestra.

Los Orígenes en Asís  

En la región de Umbría, Italia, a finales del siglo XI, Asís florecía como un municipium romano sobre las terrazas del monte Subasio. Este entorno vio nacer, en 1182, a Giovanni di Pietro Bernardone, más tarde conocido como Francesco. Su infancia estuvo marcada por el estatus de su familia, que lo acercó al comercio y a la cultura francesa, de dónde provino su apodo, “el francesito”.  

De joven, Francisco fue un hombre vivaz y generoso, características que lo llevaron a destacarse en las luchas de su ciudad por liberarse del dominio germano. Sin embargo, tras ser prisionero en la batalla de Collestrada (1202) y experimentar un llamado espiritual en 1205, su vida tomó un giro radical. Renunció a sus bienes materiales, adoptó una vida austera y dedicó su existencia a reconstruir iglesias y servir a los marginados, en particular a los leprosos.  

La Conversión de Francisco y la Fundación de la Orden 

El punto de inflexión llegó cuando, en la capilla de San Damián, escuchó la voz de Cristo que le pedía: “Francisco, repara mi iglesia”. Este mandato literal lo llevó a reconstruir templos, pero también inspiró una renovación espiritual más profunda. En 1209, Francisco fundó la Orden de los Hermanos Menores, un movimiento que creció rápidamente y atrajo a hombres y mujeres como Clara de Asís, quien formó la orden de las Clarisas.  

El Legado Franciscano en la Nueva España

Con la caída de Tenochtitlán en 1521 y la fundación del Virreinato de la Nueva España en 1535, la evangelización se convirtió en una prioridad. En 1524, doce frailes franciscanos llegaron a Veracruz tras un arduo viaje desde España. Su misión era enseñar la fe, la cultura y los oficios a los pueblos indígenas.  

Entre ellos destacó Toribio de Benavente, llamado Motolinía, quien documentó la evangelización y la integración cultural. Las iglesias, conventos y escuelas construidos por los franciscanos son un testimonio vivo de esta labor, como la Capilla de Loreto en San Luis Potosí, erigida en terrenos donde inicialmente los frailes fundaron una ermita en 1588.  

Presencia Franciscana en San Luis Potosí

En esta región, la presencia franciscana fue crucial para establecer las primeras misiones en territorios indígenas y guachichiles. El convento de San Francisco y la iglesia homónima, construidos en 1591, se convirtieron en centros religiosos y culturales que aún conservan su esplendor.  

El arte como reflejo del Espíritu Franciscano

En 2024 se celebran fechas emblemáticas del legado de San Francisco: 500 años de la llegada de la Orden a la Nueva España, 800 años de la aprobación de la Regla Definitiva y de la primera representación del Belén en 1223. Estas efemérides nos invitan a reflexionar sobre el impacto cultural y espiritual de los franciscanos.  

El arte sacro, que incluye imágenes y retablos elaborados por manos indígenas y europeas, es un recordatorio del intercambio cultural y de la devoción que marcó esta época. Como dijo María Zambrano: “El arte puede ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia.”  

Un Legado Vivo 

San Francisco de Asís sigue siendo una figura universal de humildad y amor por la creación. Su mensaje, plasmado en monumentos, documentos y tradiciones, inspira a generaciones y recuerda la importancia de conservar nuestro patrimonio cultural como un puente entre el pasado y el futuro.