Sayonara

Querido amigo,

      Aquí estamos de vuelta en el aeropuerto internacional de Narita en Tokio la capital del Imperio del Sol Naciente, Una vez más entramos en el trajín de la búsqueda de los puntos de embarque , pero aquí a pesar del idioma, las cosas son fáciles, todo es automatizado, todo es digital y si tienes algún pequeño contratiempo, siempre estará a la mano alguno de los guías o voluntarios que con una gran cortesía te habrán de orientar y prácticamente llevar de la mano a donde 

lo requieras.

       Lo primero que hicimos fue entregar los aparatos que rentamos para poder tener frecuencia wifi en cualquier lugar de este hermoso país y en lo que hacíamos la entrega los empleados no se cansaban de darnos las gracias por visitar su país y haber contratado los servicios de su empresa, de allí partimos al área de documentación y todo fue tan rápido y sencillo que no pude menos que mirar absorto las ventajas de la automatización y el funcionamiento con una precisión milimétrica.

       El área en donde se ubican las tiendas libres de impuestos es inmensa, y encuentras una gran cantidad de ofertas o al menos en este momento así ha sido, como faltaba un buen rato para que tuviésemos que abordar, aprovechamos el tiempo en deambular por las tiendas y restaurantes, por un lado Charis se acabo los yenes que le quedaban y los que yo aún tenía en la cartera y no conforme con eso saco a relucir la tarjeta de crédito, yo para amainar la presión me senté a comer un buen plato de ramen y a degustar una cerveza japonesa y para agarrar valor una copa de sake.

       En breve momentos abordaremos, pero no dejo de pensar en todo lo que tengo pendiente por contarte a mi regreso y es que el tiempo me ha sido insuficiente para poder seguir escribiendo, tengo tantas cosas pendientes de narrar de este maravilloso país, en donde la amabilidad de la gente y la belleza del paisaje, así como la modernidad y dinamismo de sus ciudades son un reto para la pluma más hábil, ya que el tiempo resulta insuficiente.

       Lo que hemos encontrado, visto y disfrutado ha superado en mucho a nuestras expectativas, ni en sueños pude imaginar todo lo que encontramos a nuestro paso, todo lo que hemos disfrutado de sus comidas, la paz de sus templos, el contacto con la naturaleza, el valor de un pueblo que se levanto después de una guerra cruel y dos bombas atómicas, la tecnología en cada esquina, Godzilla asomándose entre edificios, los jóvenes vestidos como personajes de los mangas, las luces que ilumina la noche de una forma increíble, el dojo en donde se práctica el karate Do, la música electrónica y una pasión por el béisbol como no tienes idea, espero que pronto pueda volver, pues aún tenemos mucho por conocer.

Hontori arigato gozaimasu. 

(Muchísimas gracias)