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Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
Dios no está esperando a que lo busques; él va a salir a buscarte, porque quien más ama, es quien toma la iniciativa de buscar al ser amado.
Y si estás perdido, te será difícil poder encontrar a Dios.
Hoy como nunca, el hombre se siente confundido. Ya que todo se ha vuelto incierto, y casi nada es permanente.
Pero, cuando Cristo nos encuentre, entonces nos sentiremos aliviados; porque ya tendremos a quien seguir.
El saber que Dios va contigo, te hace ver más clara la existencia; aunque de momento, todo parezca oscuro.
Pero necesitamos que el Señor nos encuentre; porque nosotros, ya no sabemos cómo conducirnos.
ENCONTRAR EL CAMINO
Y hoy vemos en el Evangelio, que Jesús se compadece al ver que no encontramos el camino. Y él, nos hace ver que estamos necesitados de pastores que vayan a buscar a la oveja perdida.
Necesitamos de un ser de amor, que venga a buscarnos. Para que así, volvamos a encontrar el camino.
Dice Mateo: “En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, se compadeció de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor”. (Mt.9,36).
SIN FUERZA PARA LUCHAR
Y el hombre se cansa de buscar y no encontrar salida; y ahora, está debilitado, y no tiene fuerza para seguir luchando. Y por eso, necesita de una mano, que le salga al encuentro.
Y Jesús, que siempre responde a nuestras necesidades, envía a los doce, y les dice: “Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos”. (Mt.10,7).
TENER FE
Nuestra liberación, está ya cerca; pero es necesario que tengamos fe. Porque si ya se acerca el Reino de Dios, entonces ya podremos vivir con libertad.
La gloria está muy cerca, la tenemos a la mano; pero la confusión, no nos permite verla.
Y si estamos fatigados por el peso de la vida, hay que escuchar la voz de Dios que nos dice: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.” (Mt.11,28).