Omisos exhibidos La SEGE vs. el Potosino
A fines de septiembre de 2023, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona pedía “chance” de aparecer en las boletas electorales de los comicios del siguiente año. Se refería a la posibilidad de someterse al proceso de revocación de mandato que, se suponía, debía estar habilitado en la normatividad local.
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No lo estaba entonces y hoy, a poco más de cinco años de que una de las propuestas más impulsadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador entrara en vigor, aún no está lista.
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El Congreso potosino, no sólo esta legislatura, sino también las dos anteriores, son responsables de una omisión de largo aliento que se ganó una buena exhibida dada desde San Lázaro, en una propuesta de punto de acuerdo para pedirle, junto con otras diez legislaturas estatales, que cumpla con lo que debió haber hecho al menos desde 2020.
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Aprobada en diciembre de 2019 en San Lázaro, la reforma pasó la aduana de los congresos estatales, por ser una de índole constitucional. Los diputados potosinos la aprobaron… y se desentendieron.
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A ver si con la exhibida, el Congreso avanza en este
pendiente.
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Qué raro está manejando la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE), el caso de sus acciones contra el Colegio Potosino Marista.
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A fines de febrero, la dependencia dirigida por Juan Carlos Torres Cedillo colocó unos vistosos sellos anunciando que el colegio privado estaba bajo suspensión temporal del servicio educativo.
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Paradójicamente, la acción no canceló las clases, sino solo el proceso de inscripciones para el próximo ciclo escolar.
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La explicación de la SEGE fue brumosa: irregularidades, de naturaleza no explicada, fueron detectadas, como parte de la atención a denuncias.
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El 13 de marzo, el colegio logra un amparo y anuncia a su comunidad que se suspendió definitivamente la acción sancionatoria de la SEGE. En el comunicado que emitió, revelado por este medio el fin de semana previo al puente, la institución recalcó que hubo “una mala actuación y omisión” de la secretaría.
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La respuesta de la SEGE se dio en el feriado y fue dura: en octubre del año pasado se registró en el plantel un caso de una presunta agresión sexual, que generó una visita de inspección de la dependencia, malograda por la negativa de la dirección del colegio a permitir la entrada del personal de la secretaría.
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El amparo no iba a detener la acción, estableció la dependencia.
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El asunto desató una ola de rumores, algunos con versiones muy extremas del hecho, pero del cual no existe una sola pizca de respaldo.
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Resulta extraño que ante un caso tan grave como lo sería una agresión sexual en una escuela, la SEGE lo siga manejando como un asunto administrativo y no haya involucrado a otras dependencias, como la FGE.
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Y por lo que toca al plantel, estarían jugando con fuego al negarse a cooperar con la autoridad. Ni una ni otra parte se han prestado a aclarar qué es lo que sucede realmente en este asunto.
