Cierra frontera y se frena la ganadería huasteca

CIUDAD VALLES.— El repentino cierre de la frontera para la exportación de ganado, anunciado esta semana por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), ha dejado en el aire las expectativas económicas de la región huasteca, que desde hace dos años aguardaba el reinicio formal de sus exportaciones.

La medida responde a la detección de un nuevo caso de gusano barrenador del ganado en el municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, localizado más al norte que el foco anterior.

Esto obligó al gobierno estadounidense a revertir la autorización que apenas el lunes había sido reactivada, con base en información de la Secretaría de Agricultura local.

El jueves, apenas tres días después del aviso de reapertura, la frontera volvió a cerrarse, lo que derrumbó las proyecciones de crecimiento para cientos de ganaderos que se alistaban para retomar envíos al mercado internacional.

¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí

Productores locales habían comenzado los trámites sanitarios, logísticos y comerciales necesarios para reactivar la exportación, tras meses de preparación. El nuevo cierre corta de tajo ese proceso y genera pérdidas no solo por el retraso, sino por los recursos ya invertidos.

La región Huasteca, históricamente dependiente de la ganadería, mantiene un rezago acumulado por la suspensión impuesta desde 2022, cuando se detectaron los primeros brotes del parásito. Aunque se han implementado programas de control y erradicación, el hallazgo reciente en Veracruz reaviva las restricciones internacionales.

Ganaderos locales calificaron la situación como un golpe duro a la confianza del sector. Advirtieron que la falta de certidumbre sanitaria y comercial está mermando la inversión y el ánimo de los productores.

Las autoridades sanitarias estatales no han emitido hasta el momento un pronunciamiento sobre el impacto del nuevo cierre ni sobre las acciones inmediatas que se tomarán para intentar recuperar la autorización perdida.