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EL CORRALITO DEMOCRÁTICO

Por Adriana Ochoa

Noviembre 08, 2020 03:00 a.m.

A

Considerado el competidor más fuerte del ahora “partido presidencial”, Morena, el PAN arranca un elaborado proceso interno que por desacuerdos internos no pudo evitar. 

La reducción de siete a tres aspirantes mediante encuestas a población abierta no logró el consenso y quedó atrapado en la democracia endogámica que ya le ha fallado en procesos anteriores. Eso sí, atenidos a reglamentos sin lectura de contextos, perfecta en la letra. 

A más tardar el 14 de noviembre, la Comisión Organizadora Electoral del CEN hará la declaratoria de procedencia de los registros. A partir del día siguiente y hasta el 8 de enero del año próximo, los aspirantes trabajarán en conseguir prosélitos entre los panistas, para presentarse a elección el 10 de enero.

Una Comisión Organizadora Electoral Estatal recibirá los paquetes electorales para hacer el cómputo de resultados y publicarlo. El acta de cómputo de la Comisión Organizadora Electoral Estatal será enviada a la sede de su superior nacional, la que finalmente conduce la elección. 

Esta Comisión Organizadora Electoral nacional es la que lanza la convocatoria, recibe las solicitudes de registros (en el CEN), aprueba o niega esos registros, organiza los centros de votación, elabora la documentación y los materiales electorales, establece los manuales, protocolos y procesos operativos de la elección, nombra a las personas que auxiliarán en las votaciones o funcionarios de centro de votación y emite el acuerdo de validez e invalidez de la elección. Toma las decisiones más importantes, quizá para evitar acusaciones locales de favoritismo. 

Si la Comisión Organizadora Estatal fallara, no lograra generar la confianza necesaria de los participantes, se disolviera o incurriera en alguna falta grave, la Comisión nacional puede revocar sus funciones y ejercer sus atribuciones por cuenta propia. 

Preside la Comisión Organizadora Electoral Mariana de Lachica Huerta, politóloga y representante del PAN ante la Comisión Nacional de Vigilancia del Registro Federal Electoral en el INE. Hace unos días estuvo en San Luis, de manera discreta, para capacitar a quienes organizarán y operarán el proceso. 

EL HIJO AJENO

Para el caso del aspirante Xavier Nava Palacios, quien no es militante, éste deberá conseguir la aceptación del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional, en términos del artículo 51 del Reglamento de Selección de Candidatos a Cargos de Elección Popular del Partido Acción Naciona (la convocatoria trae erróneamente el Reglamento de Selección “de Candidaturas”, que nada que ver en el artículo 51 referido). Básicamente, Nava debe hacer la solicitud de aceptación “por lo menos 24 horas” antes de su registro y presentar el acuse de recibo en la documentación que presente cuando pida su registro. 

El reglamento de marras señala que la respuesta a esa solicitud de aceptación la definirán “los órganos del partido” y promete que se sustentará “en información objetiva” a los interesados y a la Comisión Organizadora Electoral. Si algo no le gusta del alcalde potosino a la dirigencia nacional panista, en caso de que sí busque ser candidato, puede pararlo desde ahí, que la verdad los términos se ven medio nebulosones. 

FIRMAS DE APOYO

La convocatoria requiere a los interesados en el registro que presenten las firmas de apoyo del diez por ciento (10%) de la militancia del Listado Nominal de Electores Definitivo que en su momento emita el Registro Nacional de Militantes, que para el caso de San Luis Potosí pone una cifra algo baja, 6,873 militantes en total, es decir, 687 firmas de apoyo.

Pero el reto no es sólo conseguir el número, sino también cumplir con la dispersión del origen de las firmas. No pueden presentar más del 12% de firmantes de un mismo municipio; el mínimo de origen de las firmas son 24 municipios del estado y hay cuotas máximas por municipio. Por ejemplo, de San Luis Potosí capital, con 1372 militantes, no pueden presentar más de 165; de Ciudad Valles, con 555 militantes, no pueden presentar más de 67 apoyos, y 38 de San Ciro, con un padrón de 320 militantes. Eso obliga a los aspirantes a hacer relaciones con tiempo de antelación con panistas de diferentes regiones y municipios. 

Una vez pasadas las aduanas del registro, y aceptados como participantes, hacer campaña también tiene sus acotamientos. Los tiempos de radio y televisión serán aquellos de los que disponga el partido. No pueden disponer o comprar otros. Inserciones pagadas en medios impresos, banners, recuadros, avisos o pantallas en internet también cuentan en gastos. 

Los precandidatos deberán “abstenerse de hacer declaraciones públicas de descalificación, o acciones ofensivas hacia otros precandidatos, militantes, dirigentes del Partido o la Coalición y funcionarios públicos emanados del Partido”. Se supone entonces que serán unas campañas decentísimas.

La convocatoria también establece la obligatoriedad de respetar los gastos de campaña, pues luego los hay – en todos los partidos- que montan verdaderas aplanadoras de poder económico desde los procesos internos y reparten despensas, regalan cobijas catreras, montan kermeses con volantín para los niños, invitan grandes comilonas que pretenden hacer pasar como “invitaciones” de los militantes.

Si no se cumple con el tope, ni con los reportes de gastos de sus encargados de finanzas, hay el riesgo de “cancelación o pérdida de la candidatura en caso de haber sido electo o designado”, sustentado en la Ley Electoral. 

El Estatuto del PAN, en el artículo 38, inciso “c”, establece que para obtener la candidatura a gobernador, “se requerirá la mayoría absoluta de la suma de votos válidos emitidos”, es decir, 50% más uno. Si ninguno de los participantes obtiene esa clara mayoría, que se ve imposible con siete participantes, entonces deberá obtener una mayoría de 37% o más de los votos emitidos. Si no se obtiene esa mayoría “mínima”, entonces “quienes hayan obtenido los dos porcentajes más altos de votación participarán en una segunda vuelta”, algo ya previsible en San Luis. 

Pero además, “preferentemente la segunda vuelta será simultánea”, es decir, el votante marca en una sola emisión su primera preferencia y una segunda. Sin encuestas o con ellas, la elección definitiva será entre dos opciones. 

“EL CANDIDATO COVID”

Los tiempos pandémicos obligan a una cláusula de suspensión de todo el proceso:  “Con motivo de los efectos causados por la contingencia sanitaria global ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad Covid-19, la Comisión Organizadora Electoral podrá proponer a la Comisión Permanente Nacional del Partido, la cancelación del proceso interno de selección de candidaturas, en atención a las medidas que para tales efectos emitan las autoridades electorales y/o sanitarias competentes; lo anterior con el objetivo de proteger la vida de la militancia”, agrega.

Qué sigue después de una cancelación por pandemia, no está previsto en la convocatoria. Pero lo imprevisto sí lo está: cualquier asunto no contemplado “será resuelto por la Comisión Organizadora Electoral, conforme a lo dispuesto en los Estatutos Generales y los Reglamentos vigentes del Partido Acción Nacional”. Simple: decide el CEN. 

Si la militancia panista potosina decide con su proceso interno quién es el candidato, y a eso se atiene el partido, para términos realistas será un sustento muy pobre. 

Para conseguir la candidatura independiente a diputado federal por el distrito II, el de mayor listado de electores en la entidad (333 mil 997), el INE pide 6 mil 680 apoyos o firmas procedentes de 30 secciones electorales distintas. 

Para ser candidato independiente a diputado por el distrito V federal, un “distrito panista” si nos atenemos a los resultados ahí de los últimos veinte años, el INE pide 6 mil 387 firmas o apoyos de ciudadanos. 

Si participan los siete que han expresado aspiraciones a la gubernatura con el registro del PAN, el ganador lo será con un respaldo francamente atomizado de mil 500 o mil 700 votos. La mayoría absoluta, si alguno la alcanza, será de 3 mil 500 votos o 4 mil, un corralito como base de legitimación democrática. 

O sea: tendrán más legitimidad de electores los independientes que logren el registro como candidatos a diputados federales que el candidato elegido por la militancia blanquiazul. Y sin los lastres post-interna que suelen arrastrar los candidatos panistas hasta las urnas constitucionales: venganzas a cuchillada callejonera, anticampaña para los propios y alianzas con los adversarios. 

Un gasto democrático pirotécnico para acabar en derrota con los buenos deseos de los propios y para beneplácito de los extraños.

LA TIRA DE LAS NETAS 

UN PADRE IMPRESENTABLE

“Espero que mi padre no salga nunca de la cárcel”

Iosu Aristregui, hijo de Gil Pelàez, un español que asesinó a su esposa en 2002, después de 16 años de malos tratos y violencia. Puesto en semilibertad, el pasado 17 de octubre acuchilló a una mujer en presencia de la hija de ésta y huyó. Iosu y su hermano participaron en su búsqueda para evitar que siguiera haciendo más daño y colgaron una pesquisa en su perfil de Facebook (X). 

MEJOR UNA HERIDA QUE LA INMOVILIDAD

“Romper barreras implica romper cosas. Y cuando rompes cosas, es posible que te cortes. Podrías sangrar. Puede que sea doloroso. Y valdrá la pena, todas y cada una de las veces”.

Kamala Harris, electa primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos, primer persona afroamericana y asiática en alcanzar esa posición, en entrevista con EFE sobre romper moldes tradicionales. EFE (X). 

EL OCASO DE LAS DEMOCRACIAS

“El mucílago, el pegamento que mantiene a América unida no es la Constitución, no es la empatía, no es el amor al prójimo, son los dólares. Cuando quitas esos dólares, todas esas otras instituciones sociales altisonantes se vician, se debilitan gravemente. 

Richard Ford, escritor norteamericano, premios Pulitzer, Príncipe de Asturias y Faulkner, en su explicación sobre la América que votó y apoya a Trump o lo deja hacer. El País (31/X).