El hada de los calzones

Hartos de las suspensiones en el servicio del sistema El Realito, vecinos de varias colonias del sur de la ciudad salieron a cerrar calles y manifestarse contra el último eslabón en la cadena de suministro, Interapas.

En diálogo con los inconformes, los representantes del organismo operador les explicaron que no es el Interapas el responsable de la operación del acueducto ni el “dueño” de esa defectuosa infraestructura: en el esquema, Interapas es el cliente único, obligado y cautivo que paga el agua del Realito (a una tarifa más alta de lo que la cobra a los usuarios). El “dueño” es el Gobierno del Estado y el operador es el concesionario encargado de transportar 1.02 metros cúbicos por segundo desde la presa, en territorio guanajuatense, hasta seis tanques de entrega en San Luis Potosí, 132 kilómetros.

Una enojada vecina echó en cara que ella era una consumidora defraudada y lo demás para ella eran filigranas con humo: “Si le pagas tacos al de los tacos, te da tacos. Yo te pago agua y tú a mí me das el agua que te pago, tú verás de dónde la sacas…”.

Para esos días, El Realito sumaba su onceava falla en el año y el sistema de abasto alterno les hizo crisis porque dos pozos fallaron, no se pudo hacer el “revalvuleo” o tandeo de interconexión y la Conagua retiró el apoyo de sus pipas con el argumento de que ya no tienen para renovar los neumáticos de sus unidades ni hacer reparaciones necesarias (la 4T y su inefable sentido de la austeridad presupuestal). 

Las enormes cisternas de Conagua apoyaron efectiva y ruidosamente en los abastos emergentes anteriores… al día de las elecciones: hacían sonar las bocinas a su paso, se detenían en cada casa donde los solicitaban y los operarios hacían funcionar casi a chanclazos unos enfisemáticos motores de bombeo para llenar los aljibes. 

Las representaciones vecinales de colonias afectadas accedieron a conocer en vivo los problemas del ducto: los llevaron adonde la reparación en proceso.  En el historial de fugas por fallas ocurridas en El Realito desde el 26 de febrero de 2016, 80% corresponde a ductos fabricados por la Compañía Mexicana de Concreto Pretensado (Comecop).

La operación del acueducto comenzó el 9 de enero de 2015 por la empresa Aquos El Realito S.A. de C.V., con la cual de Comisión Estatal del Agua celebró un contrato de prestación de servicios (CPS), en el esquema de inversión parcial privada recuperable, con una vigencia de 25 años. ¿Qué papel jugó la Comisión Estatal del Agua de la administración Toranzo en la supervisión de la obra? ¿Ninguno? ¿La Conagua tampoco? Alguna autoridad, con nombre y apellidos, debió por lo menos echar un vistazo y asentar si estaba bien hecha.

De 26 fallas desde su puesta en servicio, sólo 2 han ocurrido en tubos de concreto reforzado de 30 y 54 pulgadas de la marca Ameron; 3 en ductos de acero de 36 pulgadas elaborados por Tumex y una sola falla, la primera ocurrida en 2016, en un ducto de polietileno de alta densidad marca Policonductos. El problema es Comecop y la única solución viable es que se reponga el tramo. 

Interapas ha pedido que evaluadores expertos de la UNAM hagan un estudio de los materiales del ducto. Pero lo que los vecinos vieron en el lugar de la reparación colorea la explicación del problema: al pedazo de tubo desechado a un lado de la excavación se le veían los “refuerzos” oxidados de metal; el concreto estaba húmedo y se podía desmoronar con la mano en partes que tenían la consistencia de una base de galleta para hacer pay.

La explicación que les dieron es que los materiales fueron mal impermeabilizados por fuera, eso oxida los alambrones de acero, se debilita la estructura y basta un cambio súbito de presión para reventarlos. El acero de refuerzo acaba “destripado”. En esos 30 o 40 kilómetros de ducto el terreno presenta hasta 940 metros de desnivel. 

La zona-problema se ubica cerca de un cuerpo de agua, hay mucha humedad y el diseño del ducto no consideró un desgaste más rápido. Cada tramo fracturado de concreto es sustituido por uno de metal, pero cambiarlo así, a pauta de falla tras falla, es someter a la población de media ciudad a varios años de fallas en el servicio por fugas  y desabastos intermitentes. 

La única alternativa es hacer un ducto paralelo o alterno, una obra que duraría un año o año y medio. El costo, a cálculos de Interapas, podría irse hasta los 600 millones de pesos. 

LA INFAME ROBADERA CANCELÓ LOS POZOS

En las protestas, los vecinos afectados reclamaban que los regresaran a la red de pozos, como estaba antes todo el sur de la ciudad. Se supone que El Realito contribuiría a reducir el consumo de agua subterránea, 30 pozos menos. Y sí, se deshabilitaron los pozos, 

Para muestra, los llevaron a 4 pozos ubicados sobre la avenida Salk, designados como Sarabia II, Salk I, Salk III y Salk II, tres de ellos fuera de operación, confiando en los anunciados beneficios del Realito. Uno está abatido y se requiere excavar unos cien metros para buscar un nuevo espejo y otros dos fueron deshabilitados para dejarlos descansar y recuperar el manto. 

El problema es que los pozos deshabilitados una vez que entró en funciones El Realito (2016), fueron vandalizados y sistemáticamente desmantelados. Cómo se permitió eso sólo hace sospechar que debe haber por ahí más de un ranchito particular con pozos muy bien puestos a costillas del deficitario Interapas. Reponer las bombas y echar a andar los cascarones que quedaron tiene un costo muy alto. Sólo un pozo se pudo rescatar. 

Un vecino del área cercana al Tangamanga I preguntó por qué no les mandaban agua del pozo que se ve a la entrada del parque. La explicación que le dieron es vergüenza mayor: sí, la ley obliga a los fraccionadores a garantizar el abasto de agua de las viviendas que construyen, que inviertan en un pozo o fuente. Pero administración tras administración, influencias o vil soborno por delante, se accedió a que desarrolladores registraran sus fraccionamientos chafas con conexiones a pozos ya existentes. Gracias al aval de una autoridad que se portó muy facilita, es que un pozo en el fraccionamiento Tangamanga abastece otro fraccionamiento cercano al periférico norte y a unos más en otros puntos… pero no al área alrededor del Tangamanga.  

Ha sido el manoseo político y de intereses económicos lo que ha dado al traste con el abasto de agua en la ciudad. Un manoseo que empieza desde el Congreso del Estado, facultado erróneamente para decidir sobre las tarifas que debe cobrar el organismo intermunicipal, siempre al contentillo de diputados venales, irresponsables y sin idea. En todo este brete, ¿dónde han estado quiénes integran la ornamental Comisión de Agua del Congreso? 

El destripe estructural del acueducto se da al final de un gobierno estatal que sabía del problema y el costo de resolverlo, pero, fiel a la filosofía de su titular, se dedicó a “patear el bote hacia adelante”. Que ellos ya se van, aunque el titular de la CEA, Jesús Medina, bien puede repetir en el puesto y no precisamente por los nexos políticos con el gobernador electo, sino para ver si por fin resuelve dos grandes broncas: el acueducto El Realito y la obra suspendida de la presa La Maroma. Si va a participar en la administración que llega, no se lo lleven a otro lado, que arregle primero esos dos asuntos y no los deje botados para otro sexenio.  

Por lo que toca a las administraciones entrantes, el tema hizo asomar el plumaje de dos intenciones, por lo menos “para análisis”. El alcalde, que considera explorar la privatización del Interapas, muy en la línea de privatizar todo lo que la autoridad no es capaz de asumir y el organismo en sí una picadora de aspiraciones políticas. Y el gobernador electo, a quien empresarios presumen haber convencido de que “estatice” el Interapas y facilite la operación de otras empresas de servicios de agua potable, propiedad de fraccionadores.

Y el ducto mal construido de 30 o 40 kilómetros, que lo resuelva el hada de los calzones, como dicen los anglosajones cuando se trata de no limpiar el tiradero que queda después de una muy intensa, relajada y loca fiesta. 

ROLLOS SUELTOS 

REBOTE JUDICIAL. El Tribunal de Justicia Electoral de la Federación regresó la regiduría capitalina que el tribunal electoral local quitó a la panista rioverdense María Eugenia Castro Anguiano, resultado de un juicio promovido por su suplente, Scanda Guadalupe Aranda. La defensa de Castro, del mismo grupo que la impulsa, el de Xavier Azuara, argumentó que la hoy funcionaria municipal nunca solicitó al Ayuntamiento de Rioverde una constancia de residencia allá, documento que contradice su residencia en San Luis Potosí, donde estudió. Que alguien que no fue ella lo pidió para cuadrar, eso sí, un formato que ella llenó por error para aplicar como candidata a regidora por Rioverde pero que se suponía fue desechado.

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SI NO SON MAFIA...

Como la defensa de Maru Castro alega falsificación, y muy fieles al estilo del muy “democristiano” panismo potosino, vino de inmediato la judicialización penal contra Scanda y aparición oportunísima de “inspectores” de todo tipo a los negocios de la familia de Scanda (¡¿y ellos porqué?!). 

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SUCESIÓN PREFABRICADA...

Damas panistas, ahórrense el viaje. La elección de presidenta estatal ya se decidió. Es que no alcanzó pluri...

LA TIRA DE LAS NETAS 

SOBERBIA OLÍMPICA

No competí yo y no puedo garantizar los metales dentro del escenario deportivo”.

Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte, y su justificación sobre los pobres resultados de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Tokio, los peores en un siglo. Prometió diez medallas, se obtuvieron cuatro de bronce. 

“POR ESTA VENTANILLA PASÓ DE TODO…”

Si alguna vez dejan ustedes de leer mis novelas, podría ganarme la vida dando clases de soborno en la universidad”.

Arturo Pérez Reverte, escritor, corresponsal de guerra durante 21 años y miembro de la Real Academia de la Lengua, sobre las ocasiones incontables, en cinco continentes y en varios idiomas, que debió abrirse puertas y escapar de situaciones de riesgo con dólares u objetos apreciados por delante, incluso hacer que narcos mexicanos le contaran sus vidas como material para su trabajo (“La reina del sur”). Patente de Corzo, XL Magazine (8/VIII).

ODIOSO, ANACRÓNICO Y CARO

No me gusta tener que apretar mi cuerpo en trajes que nunca usaré de nuevo”.

Kate Winslet, actriz británica, protagonista de “Titanic” y la serie “Mare of Easttown”, sobre la parte más le estresa y fastidia de las premiaciones: el proceso de elegir y vestir un vestido de gala. Sky View (VII).