logo pulso
PSL Logo

Pánfilo para presidente

Por Adriana Ochoa

Mayo 23, 2021 03:00 a.m.

El Gobierno del Estado intenta, desde el año pasado, que el Congreso le apruebe una reestructura de la deuda estatal. Al menos hasta ahora la entidad no aparece entre los estados con proceso electoral que han pedido más recurso prestado.

Y si la reestructura no es posible, el gobierno carrerista está presto a vender el terreno que había adquirido para la fallida planta armadora de Ford. 

Que la administración estatal necesita dinero, eso está claro. Atender la pandemia exigió a todas las administraciones de gobierno, en los tres niveles, un mayor gasto, en equipar hospitales y en compra de suministros para sanitizar espacios públicos y prevenir la covid.  Hubo que comprar, ya con la enfermedad encima, desde respiradores, mobiliarios y pruebas rápidas y de laboratorio, hasta gel antibacterial por toneladas.

Los municipios ingresaron menos recursos por licencias de funcionamiento de negocios, estacionamientos y parquímetros. Menos gente en la calle, menos de qué recaudar. Gobierno del Estado igual: cerraron algunos hoteles, restaurantes, bares y antros. Sin turistas ni viajeros de negocios, a olvidarse del impuesto sobre hospedaje. Despidos en comercios y servicios al por mayor y con ello menos impuesto sobre nómina. 

Se volvió peligroso meterse a un cine, salir a un restaurante o subirnos a un avión. La economía entró en coma inducido porque un patógeno microscópico nos puso de cabeza. La brecha entre ganadores y perdedores se hizo más ampliaen todo el mundo. 

Con todo eso, no es de extrañar que haya ayuntamientos y gobiernos estatales con las finanzas rengueando. No quedó espacio para dogmas: en un escenario así, da igual si quien gobierna cree que el estado debe ser más grande para atender la desigualdad, o más chico para mantener finanzas sanas. No hubo dinero para estado ni grande ni chico. 

Los únicos que no se han enterado de todo este desastre económico y sus consecuencias para los erarios municipales y estatal, son los candidatos a gobernador y a algunos a las alcaldías. Ni siquiera Octavio Pedroza Gaitán, el candidato de la coalición “Sí por San Luis” que tiene un hermano a cargo de las finanzas estatales, ha dado alguna muestra de conciencia respecto de la situación.

Los candidatos al cargo de gobernador ofrecen, prometen y anuncian beneficios, apoyos, ascensos, obras y monederos a cambio de que les votemos, como si el despacho del titular del Ejecutivo tuviera puerta directa a la reserva de oro de Fort Knox.

Ricardo Gallardo Cardona ofrece 5 hospitales de especialidades; el estado tiene sólo dos. De hacer falta, sí hacen, pero su costo hace imposible que haga viable conseguirlos en un sexenio. También promete transporte urbano gratuito para los estudiantes, un monedero electrónico de 4 mil pesos mensuales para el beneficiario o beneficiaria; bases para todo el personal de Salud que no las tiene y un reparto presupuestal más generoso con los municipios que apenas aportan. Todo eso requiere dinero.

Octavio también ofrece hospitales, 3 mil policías más, dinero a mujeres sin empleo y obras en esquema de asociación público-privada. A los policías no basta con contratarlos, hay que capacitarlos, equiparlos y vestirlos, pues de nada va a servir si los trae como “Lechuzo”, el policía de “Los Supermachos”, de camisola, gorra beisbolera, tenis de lona y una porra descontonera por arma. 

La cornucopia de promesas alcanza en algunos casos niveles risibles, cuando no patéticos, como la “solución” del candidato Adrián Esper Cárdenas, del PES, a las deficiencias en abasto de agua que padece buena parte de la población en la entidad: un auto Tesla que arrastra en un remolque un depósito de agua del tamaño de un tinaco residencial. 

La pasión de Esper Cárdenas por los autos eléctricos es digna de adolescente friki. Antes prometió ruidosamente que la policía de Ciudad Valles, el municipio que lo eligió alcalde hace tres años, tendría pick ups de Tesla. No lo ha cumplido, ni lo cumplirá. Y si lo cumple, a los vallenses no les va a ser muy útil.

Ninguno de los candidatos parece entender que urge modificar el pacto federal, pero mientras eso ocurre, ayuntamientos y gobiernos estatales dependen de un gobierno federal que sólo cree en la dispersión de dinero directo a los beneficiarios por toda política social.

Ninguna ha sido capaz hasta ahora de explicarnos cómo va a hacer para crear más valor, de un modo diferente, en vez de esperar a recoger la pitanza presupuestal que la Federación arroja. Todo eso necesita un discurso y una discusión diferentes, no tan bonito ni tan matón como los anuncios de reparto de beneficios a diestro y siniestro. 

La agenda progresista necesita centrarse también en la creación de riqueza. Si solo se enfoca en repartir dinero, pronto no habrá nada que redistribuir. Hablar de política fiscal es difícil; nadie quiere, pero es imperativo hacerlo.

A lo mucho, se limitan a prometer que exigirán más dinero a la Federación, para mantener nuestra dependencia presupuestal. Falta que la Federación se los dé y no lo más seguro es que no se los dará, 

Con seguridad repetirán el drama sexenal del ingenuo ganador electoral que llega a enterarse que hereda un adeudo más grandote y un desbarajuste en las arcas estatales. 

A todos estos dadivosos impenitentes les va aquella cantinela de “Pánfilo para presidente”, infantil entre bromas y veras, de Las Ardillitas de don Lalo Guerrero: 

“Pánfilo para presidente, 

todo el mundo lo aclama, 

cada quien ganará ‘el Gordo’ 

una vez a la semana. 

Bosques de caramelo 

adornarán las calzadas 

y pavimentaré las calles 

con pura capirotada…”.

Así de básicos y fantasiosos, así de irresponsables.

 

ROLLOS SUELTOS 

LA DECISIÓN. La Facultad de Ciencias de la UASLP dejará el nuevo edificio del Campus Pedregal, construido durante la gestión del rector Manuel Fermín Villar Rubio. Una serie de eventos que se presentaron al poco tiempo de su inauguración, movieron a las actuales autoridades universitarias a revisar la situación del inmueble, así como el proceso administrativo y físico de su construcción. 

FALLAS DE ORIGEN. Desde la mudanza al nuevo edificio hubo expresiones de inconformidad, por parte de alumnos y maestros, las que la autoridad de entonces encuadró como la resistencia a adaptarse a un rumbo, El Pedregal, donde no había rutas de autobús urbano y el entorno comercial y de servicios es más caro para los estudiantes. Tampoco faltó que se achacara a vulgar “grilla” el disgusto de los académicos inconformes.

A PEDAZOS. A fines de enero del año pasado, una tarde de viento fue suficiente para que se desprendieran ventanas con todo y marcos. Salieron volando vidrios rotos y una puerta fue asegurada con una cuerda. La cercanía de la elección de rector y la pandemia permitieron gestionar el tema a una menor visibilidad.

REVISIÓN. Pero los problemas continuaron. Sin clases presenciales, se realizaron evaluaciones y análisis. Cierto que en El Pedregal el viento pega con más fuerza, pero no puede verse como algo normal que salgan volando varios metros de ventanería de un inmueble en un día ventoso. No sucede con los edificios de los alrededores. La aparición de grietas en los muros, algunas de ellas lo suficientemente amplias para ver lo que ocurre del otro lado, alertaron a la Rectoría, que ordenó ir a fondo.

LA PRIORIDAD. Ante la proximidad de regreso a clases presenciales, en el interés de no exponer a alumnos, maestros ni personal administrativo y de soporte, Ciencias operará en espacios de otras facultades que apoyarán con laboratorios. 

CON NOMBRE Y APELLIDOS. Pero también afloraron situaciones y hechos que requerirán el deslinde de responsabilidades, como el probable uso de materiales de construcción que no corresponden a lo que se manifestó en adquisiciones, edificación y proyecto. El tema va para largo y las decisiones no van a ser sencillas ni fáciles para la Rectoría y la facultad. 

SPIN OFF LITIGIOSO. Va para una década abierto el litigio de una empresa que reclama a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del gobierno estatal el pago de medio millón de pesos en boletos de avión, de los tiempos en que el bróker de ese proyecto, Rufo Antonio Gutiérrez, estaba a la cabeza del negocio, con operaciones que a fin de cuenta lo llevaron una temporada a residir en el penal de La Pila, hasta la negociación de su libertad.

POLVOS DE VIEJOS LODAZALES. La empresa alega que un acuerdo administrativo del entonces titular del Ejecutivo, publicado en el periódico oficial del Estado el 08 de enero de 2009, determinó que quien debe pagar a los acreedores del Invernadero Santa Rita, S.A. de C.V. los pasivos anteriores al 09 de diciembre de 2003, es la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y de Recursos Hidráulicos de Gobierno del Estado de San Luis Potosí.

PARA NUNCA. La empresa ha resistido en su reclamo de $530.000.93 (quinientos treinta mil pesos noventa y tres centavos 93/100 M.N.) que adeuda Invernadero Santa Rita, S.A. de C.V., derivados de la compra de boletos de avión antes del 09 de Diciembre de 2003, cuando el proyecto daba para una paseadera México-España que era un gusto. 

 

LA TIRA DE LAS NETAS 

HISTORIA PATRIA AL CONTENTILLO

Es una manera clara de manipular la historia, una situación forzada. Como ahora se han convertido en historiadores estos señores, tratan como pueden empatar las fechas”

Eduardo Matos Moctezuma, fundador del Proyecto del Templo Mayor e investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sobre la insistencia de la 4T en datar la fundación de Tenochtitlán en 1321, sin ningún referente o prueba de soporte. El Economista (14/V).

 

EL CONTRAPESO PUEDE SER REGIONAL

Se ha recuperado la policromía de la política mexicana y eso es la gran noticia en esta elección”.

Jesús Silva Herzog-Márquez, politólogo, sobre la irrupción de la política local en un proceso marcado por el magnetismo y el peso de la figura presidencial. En Mesa de Análisis con Loret: Casar, Silva-Herzog, Aguilar Camín y Merino, Latinus (19/V). 

“ES ECONOMÍA, ESTÚPIDOS”

La mayoría de las políticas económicas de los Gobiernos consisten básicamente en aportar dinero: subsidios, préstamos o avales, en forma de apoyo a distintos sectores. No se centran en resolver problemas”.

Mariana Mazzucato, economista italoamericana, asesora de varios gobiernos, profesora de Economía de la Innovación y Valor Público en el University College de Londres (UCL), sobre lo que llama “pereza de la izquierda” ensimismada en redistribuir riqueza pero nunca atenta a generarla. Ideas, EPS (16/V).