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Popotes lejanos

Por Adriana Ochoa

Agosto 21, 2022 03:00 a.m.

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En 2010, el gobierno federal le asignó al estado de Nuevo Léon 15 mil litros por segundo de aguas nacionales procedentes del río Pánuco para abastecer a la ciudad de Monterrey. Y tres años más tarde, Conagua firmó a los neoleoneses un convenio para construir el acueducto Monterrey VI, 372 kilómetro de tubería de acero y concreto, en parte financiada con recursos federales.

Cuando los potosinos se enteraron que los estudios de factibilidad de Monterrey VI ubicaban el punto de extracción en la Huasteca de San Luis Potosí, en el afluente río Tampaón, el gobierno tunero recurrió a un chato regionalismo para una defensa retórica predecible, retaca y mediática: que los regios no se iban a llevar ni una gota de agua “de San Luis”. Que esos ventajosos regios querían meter un popote muy largo en nuestro tarro y sorber a costa de sus vecinos.

Los ríos como el Pánuco, que comparten varios estados, son aguas nacionales y en su administración no pintamos, por mucho que el enorme y contaminado Pánuco se forme con ríos en territorio potosino y acabe cerca de Tampico. Además, la Huasteca es hace décadas un espacio de disputa administrativa por las asignaciones de agua a los cañeros. Cada temporada vacacional cercana, hay reclamos de hoteleros y turisteros porque la cascada de Tamul, el atractivo más espectacular, es un muro de piedra más en la cañada del río Gallinas: CNA retira el agua de riego y la regresa a Tamul para que los turistas vean, ahora sí, nuestra cascada “quitapón”.

El costo de Monterrey VI se cifró en unos 15 mil millones de pesos, un proyecto aparatoso que se atoró en disputas por el resto del financiamiento local, las propuestas técnicas de la licitación, observaciones de Auditoría Superior por incumplimientos y política transexenal. El gobernador independiente Jaime Rodríguez “El Bronco”, le cambió el nombre a “Monterrey VII” y el foco de la fuente de abasto original: ya “no necesariamente” se trataba de “traer agua de otro estado”.

La administración del “Bronco” corrió y de garantizar el abasto para Monterrey, nada. La crisis de desabasto en la capital neoleonesa le detonó a su sucesor, Samuel García, que anunció la recuperación del proyecto para sacar agua del Pánuco desde territorio potosino. Su homólogo tunero, Ricardo Gallardo Cardona, reaccionó como le gusta por la ocasión de reflector mediático: más retórica regionalista chata con aquello del “agua de los potosinos” y prometió “amarrarse a las máquinas” de construcción si se permitía el popotazo de los regios al Tampaón, afluente del Pánuco y por tanto aguas nacionales.

El Pánuco atrajo también la atención del gobernador electo de Tamaulipas Américo Villarreal Anaya, él sí con mayor idea de las leyes de aguas nacionales e internacionales: extraer agua del Pánuco para la presa internacional Falcón y que nuestro país pueda cubrir los pagos de agua comprometidos con Estados Unidos porque aprovecha el río Bravo que compartimos como frontera.

Ricardo Gallardo en San Luis enfrenta del mismo modo rijoso y mediático, efectista pero insustancial, la herencia de un acueducto mal hecho y peor operado: El Realito. Es una concesión estatal: 132 kilómetros desde la presa del mismo nombre, ubicada en Guanajuato, para abastecer una parte del municipio capitalino como único cliente cautivo.

La obra debió supervisarla el gobierno del priista Fernando Toranzo. La concesionaria Aquos se valió de otras empresas para armarlo, asignada la obra en tramos. Hecho de tubos de concreto y varilla, el acueducto revienta una semana sí y la otra también. La peor ocurrió en una localidad de Tierra Nueva: el ducto reventó, volcó un auto e inundó en segundos una casa. Es la tercera vez que a esa familia le dañan su patrimonio. El paso del tubo en ese punto está habitado porque no se cuidó la distancia de amortiguamiento y se permitió la construcción de casas encima.

El gobernador hizo a un lado al organismo operador del agua de la capital, que preside el alcalde priista Enrique Galindo Ceballos: que le cerraran la información de lo que ocurra. amenazó con deshacer el contrato: no se puede, necesitaría pagarles y recibir a cambio ese entuerto. Luego anunció que la empresa concesionaria repondrá todo el acueducto con una inversión de 150 millones de pesos. La proyección más reciente ad intra de la propia concesionaria, cuando empezaron a notar las fallas, calculó en 800 millones la reposición. Gallardo anuncia acciones penales contra los responsables, más mediático. A su homólogo Samuel García ya le resolvió el presidente López Obrador: va El Cuchillo 2 y te olvidas del aspirador de agua en San Luis.

El Realito seguirá siendo ocasión para alharaca propagandística sin que llegue un solo proyecto serio de solución. Podrido desde la selección de los materiales: un concreto que no soporta la presión. Los grandes ductos de acero del Cutzamala, que abastece de agua a la Ciudad de México, los hizo una empresa potosina que también ha hecho tubos de grandes dimensiones para Pemex y el gasoducto Los Ramones. No tiene un solo reclamo en treinta años.

Que a los desafíos del abasto de agua para los gobernantes se corresponda más con una trifulca política o mediática que con la búsqueda de un mínimo de coordinación y proyectos viables, serios y de fondo, es una verdadera pena para sus gobernados. No hay plan común porque entre otras cosas, los intereses y las situaciones de cada uno de los actores no son nada comunes. Les importamos un popote.

ROLLOS SUELTOS

¿PLEITOS A LA VISTA? Vienen los cambios en órganos directivos del Congreso y en comités municipales del PAN, ocasión susceptible de convertirse en la continuación de disputas internas por los espacios disponibles, cada vez menos, y los márgenes de actuación política, cada vez más estrechos.

CUOTA A MEDIDA. Por la jefatura de la bancada panista y de la Mesa Directiva en el Congreso, que le toca al PAN, la directiva estatal lo quiere todo y usa como escudo el loable tema de la cuota de género: que sea una diputada mujer, pero además que sea la mujer que ya decidieron que fuera: Aranza Puente.

CONSENSO O PEAJE. La “propuesta” de la directiva estatal requiere quitar de la jefatura de bancada a Rubén Guajardo, nada dado a ceder sin una buena razón para él. En un primer asomo a la situación, la candidata Aranza necesita los votos de la mayoría de sus compañeros y el viernes resultó que no los tenía. Impuesto o negociado, no va a salirle barato a los mandos del PAN poner a quien quieren a su entero gusto.

MÁS FUGAS. En cuanto a los comités municipales, el banderín de cuota de género para bloquear a aspirantes indeseables ya está en el cajón, a mano por si se ofrece. Oportunidad para que el Partido Verde o Movimiento Ciudadano amplíen sus caladeros entre damnificados e inconformes.

NEGOCIO EMERGENTE. Como nunca hay placas en las recaudadoras y es una monserga tratar de tramitarlas, se dispara la compra de permisos temporales de circulación.

 

LA TIRA DE LAS NETAS

SOBRE ADVERTENCIA…

“Con la inseguridad sí se enfría la inversión de los Estados Unidos y de otros países aquí”.

Ken Salazar, embajador de los Estados Unidos en México, reconociendo el impacto de la inseguridad en las inversiones tras una reunión con empresarios y banqueros mexicanos (18/VIII).

 

¿Y QUE QUERÍAN?: ¿UNA BEATA?

 “Hay gente normal con vidas normales en estos trabajos. Tengo una vida familiar, tengo una vida laboral y tengo tiempo libre para pasarlo con mis amigos. Más o menos lo mismo que mucha gente de mi edad”.

Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, socialdemócrata de 36 años de edad, cuestionada por la oposición y por el gobierno de Vladimir Putin por la difusión de un video en el que aparece en una fiesta bailando y por acudir a festivales de rock. De manera voluntaria se hizo un antidoping para rebatir versiones de que usa drogas. El País (18/VIII).