Test de estrés para el alcalde

Test de estrés para el alcalde

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De cuando en cuando, las autoridades financieras aplican a los bancos ejercicios  de escenarios adversos para medir su capacidad de respuesta y sus condiciones de solidez ante distintos riesgos. Lo llaman “pruebas de estrés” como las que hacen los psicólogos. 


Desde hace casi tres semanas, el alcalde Nava y su equipo compacto llevan, a tira y tirón, con caídas y raspones, un periodo de testeo complejo.

La relación de Nava con el partido que lo postuló no ha tenido tonos optimistas. Lo visto hasta ahora se encamina más a una especie de atracción fatal mutua, como las parejas tóxicas que se destrozan mutuamente la vida.

El alcalde atendió que el PAN formara la bancada azul para el Cabildo, con cuotas de aquí y de allá, pero el gabinete ha sido otra cosa. Es ese uno de los reproches, que el reclutamiento partidista no se dio de manera generosa. El “equipo compacto” del jefe de la comuna resulta difícilmente permeable para el panismo: es el alcalde y sus amigos Óscar Valle Portilla, como titular ahora de Desarrollo Social; el tesorero Rodrigo Portilla y el secretario, Sebastián Pérez. 

Difícilmente alguien como Nava Palacios ignoraría el concepto de “partidismo en el gobierno”. En cualquier lugar más o menos democrático sobre la tierra se entiende que el objetivo de los partidos es conseguir el poder para ejecutar su programa, con un reclutamiento preferentemente de entre las filas del instituto político. Nava no lo ignora, pero no quiere seguir el plan, no con el PAN, probablemente no con ningún otro. En un país en el que el régimen de partidos degeneró en redes de complicidades y clientelas, agarrar la bandera del ciudadano que hace política tiene su puntaje.

En el PAN desde luego perciben la distancia del alcalde, un dato aprovechable para los aspirantes que compiten por el futuro que el alcalde capitalino podría buscar, ellos sí panistas registrados y con el interés genuino de visibilizar lo más posible su adhesión al partido.

¿Qué tan “ciudadano” puede ser Nava como para ponerse en plan refractario a las muestras de adhesión que le demanda el PAN? Lo que marque la necesidad de no acabar por completo a la disposición de decisiones partidistas que pueden no empatar con las suyas en 2021. Que el blanquiazul lo haya postulado a la alcaldía de la capital y en razón de ese cargo se convirtiera en prospecto a la gubernatura, no garantiza que lo vayan a hacer candidato.

Por su parte el PAN no ve al alcalde potosino romper en definitiva con Morena, el partido del presidente López Obrador; Nava tiene amigos ex perredistas ahí, algunos muy bien posicionados. 

Si bien al interior de Morena también hay aspirantes a la gubernatura, en San Luis no es, como en otras entidades, el partido con más potencial en el ánimo público. Y los aspirantes morenistas con cargo electoral no están para tomarse en serio, simplemente no pesan. Su “superdelegado” Gabino Morales tampoco crece lo bastante como para el cartel mayor en 2021.

Nava es el mejor posicionado en encuestas exteriores del propio PAN, para desánimo de muchos panistas. Pica piedra desde un no mal lugar en esas demoscopías el ex senador Octavio Pedroza, buscando su oportunidad. Y el senador Marco Gama Basarte no ha bajado la mano desde que le dieron constancia de su cargo, pero no logra engarzar su proyecto con simpatías en la capital, la gran prueba para los panistas. 

Podría ser que el candidato no fuera Nava, el problema para los panistas es a dónde se iría el alcalde como aspirante rechazado y el costo que esto tendría. Le han diseñado la posibilidad de reelegirse, como compensación. 

La tolerancia es una virtud que impone el saberse vulnerable; requiere de modestia. El primer lujo que uno se permite en cuanto asciende es dejar de soportar a los demás y ahorrarse las cortesías. El alcalde Nava y su equipo de amigos se las ahorraron con los panistas más próximos que tienen: los integrantes del Cabildo. Sí, es una cuestión de dinero, de gasto político. 

Sin considerar que un regidor o un síndico no están por debajo de ningún titular de oficinas de la Presidencia Municipal, les restaron recurso para los asistentes y el acceso a gestión. El trato, a decir de los ediles, es de subordinados, no de funcionarios que llegaron por voto popular. Esa al menos fue la queja a su dirigente estatal: que les dispensan una actitud displicente. De ahí que decidieran pedir la renuncia del encargado de la política en el Ayuntamiento, el secretario Sebastián Pérez, como responsable del desalojo aparatoso de la oficial registradora civil Teresa Carrizales.

Enterada, la dirigencia se puso del lado de sus regidores en su postura de cuestionar el muy controversial desalojo. Y cómo no, si la relación con el presidente municipal con la dirigencia tampoco ha sido ni buena ni fluida. 

La dirigencia tuvo aciertos: no permitir que ese mismo día del pronunciamiento los regidores panistas votaran en contra el arrendamiento de patrullas para la ciudad, en una sesión de Cabildo horas después. “No mezclen; lo de atorar las patrullas afectará a la ciudadanía”, fue la línea. Y dejar para una ocasión posterior, si es necesario, el ofrecimiento de hacer posicionamientos de apoyo a los regidores por parte de panistas que aspiran a la gubernatura, Marco Gama Basarte el primero. 

 La Secretaría del Ayuntamiento sostiene que la medida con la oficial del Registro tiene un fundamento sólido en la desaparición de cientos de folios y otras faltas. La oficial Carrizales enterada de su despido, se encontró con la puerta cerrada y con candado de su oficina, así que solicitó asesoría a un abogado que el Ayuntamiento tiene contratado para uno de los temas en contra de la pasada administración. El abogado la apoyó: el nombramiento es estatal, así que le recomendó buscar un agente del MP para acudir a sus oficinas a dar fe y que abrieran, con forma legal. 

La orden de desalojo fue del secretario Sebastián Pérez, pero fue la ejecución lo que causó el ruido y la desaprobación de muchos actores. Peor que el mismo jefe de Seguridad Pública Municipal el que encabezara. La mujer no quiso retirarse, así que decidieron sacarla con esposas y a rastras, a lo que la oficial se resistió para mayor tensión. La Policía no impidió que un amigo de ella tomara en video la escena. La violencia gráficamente tiene un efecto demoledor para quien la ejecuta.  

El jefe policiaco no midió las consecuencias. No se le ocurrió suspender y operar en la noche el sitio, abrir los candados y ponerle una guardia de planta a la oficina de la expulsada. No vio venir las consecuencias. 

Ocasión así de aprovechable no la iba a dejar pasar la Gallardía, que se presentó a la sesión de Cabildo llevada de la mano del regidor Eloy Franklin: mujeres con carteles de defensa a la oficial registradora, empujando y gritando. Y del otro lado los partidarios de Nava que acuden sesión a sesión. La situación no estaba para humoradas pero al alcalde lo captaron riendo. La provocación picó al tesorero Portilla, quien se enfrascó en una serie de dimes y diretes de nivel lamentable con Franklin. 

Extrañamente, la oficial registradora no estuvo a favor del alcalde Gallardo cuando éste buscó la reelección, por el contrario, acudió a cursos de defensa del voto para Nava que organizó el PAN. 

Nava Palacios ha anunciado que una comisión investigará los términos del desalojo. Lo cierto es que un test de estrés para un equipo compacto que vive acelerado destapa sus puntos débiles. La salida política que tome el caso, así sea la más razonable, tendrá un horizonte muy corto si no resuelve de fondo su aislamiento respecto del partido que lo postuló. 

En cuanto al panismo, también tiene mucho por construir con el alcalde capitalino. Si la fragmentación continúa, puede ser que el panismo se convierta en una esperanza que se mantiene viva para frustrarse al final. 


 LA TIRA DE LAS NETAS 


EL CUENTO DE “LA BONITA TONTA”

“Las escritoras tienen que remar mucho y más especialmente si quien escribe no es una escritora fea”.


Ángela Becerra, novelista colombiana, sobre los clichés que sufren las mujeres en las letras. EFE (17/VII). 


EL FRACASO DE LA JUSTICIA MEXICANA


 “México está condenado a ser testigo de cómo los tribunales de su vecino del norte le expropian la justicia”.

“La condena del Chapo”, editorial de El País sobre la incapacidad en México para castigar a los grandes delincuentes. (19/VII). 

BRUTALMENTE FRANCO

“Existen en muchas partes del país analfabetas, ignorantes, lidercitos, diputados federales, senadores, ustedes los conocen, pero no tienen la culpa ellos porque así lo prevé la ley deberán de tener asesores”.

Rolando Hervert Lara, diputado local panista, en su justificación al gasto de 3.5 mdp en asesores para congresistas locales. Pulso (19/VII).