Tocho bandera, un escape para reclusas de Santa Martha Acatitla

Tocho bandera, un escape para reclusas de Santa Martha Acatitla

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Más que una pasión por el futbol americano y sus variantes, el ovoide también es una fuga de la realidad. Para las internas del Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla, el deporte es lo más cercano que podrían tener con la libertad. Incluso, son buenas en practicarlo, tanto que ya suman dos subcampeonatos al hilo en la Liga Play Tocho.
No ha sido una labor fácil, pero sí exitosa, según el sentir de su entrenador Jaset Arisai Martínez Gómez, quien lleva cinco años al frente del equipo, las "Guerreras".
"Nunca pasó por mi cabeza entrar a un penal y entrenarlas. El llegar y entrar con ellas es una experiencia diferente, son distintos mundos en un solo lugar, trato de mantener la disciplina con ellas, la disciplina ante todo. Al principio fue complicado, no sabían el esquema del futbol americano, pero poco a poco se dieron las cosas", señaló el coach en charla con EL UNIVERSAL Deportes
Previo a que sus pupilas disputaran su segunda final en el año este fin de semana, contra "Fénix Balbuena", en el Velódromo Olímpico, el estratega señaló: "Mi equipo me cataloga por ser muy disciplinado, ellas dicen que soy muy duro".
Aunque es estricto en el desempeño y funcionamiento dentro del campo de juego, el entrenador aceptó que esta experiencia lo conmueve año con año. "He aprendido a valorar las cosas, a la familia, tengo hermanas, hijas, son mi corazón y me dolería verlas en una circunstancia de peligro así, no lo esperaría para mi familia".
Pero la misión no sólo es crear guerreras de juego, sino de vida. Por ello, Jaset también procura a quienes han dejado la cárcel, más no el futbol americano.
"Son 17 internas, personas privadas de su libertad. También damos seguimiento a exinternas, son nueve y damos seguimiento a su readaptación. Ingresé a dirigir al penal, por un compañero que daba clases de filosofía en el Reclusorio Oriente y daba clases en Santa Martha, me invitó a este lado, llevo toda mi vida jugando americano, pero son cinco años con ellas trabajando", compartió Martínez Gómez, quien fuera de su papel de coach labora en el área médica del Colegio Tepeyac.
Y Ariadna "n" es una fiel testigo del cambio emocional que el futbol americano, en su modalidad de "tocho bandera", genera detrás de los fríos y grises muros de un penal.
"Son nervios los que sientes, ahora es impactante verme de este lado y verlas a ellas [reclusas] que no pueden estar en contacto, sé lo que se siente, el motivo por el que quiero seguir jugando lo aprendí adentro y es mi pasión.
"Estuve presa por estar con gente con la que no debía estar y por una serie de cosas que hicieron, ya sabemos que la justicia en México no pregunta, estás ahí y te agarran. El deporte fue una como una fuga, una nueva oportunidad de sentirte feliz dentro del campo, correr y hacer ejercicio. Ya que estoy fuera, tampoco imaginé contactar al coach que sea de adentro, para seguir", relató Ariadna, quien prefirió no revelar su nombre completo. 
Atrapada ahora por la emoción del ovoide y fanática de los Patriotas y el quarterback Tom Brady acepta que cada que juega lo hace con sentimientos encontrados.
"Tengo 27 años, nunca había hecho deporte y hace tres año empecé, me gusta, es pesado, es de disciplina, pero es una forma de vida. Me siento emocionada, con adrenalina, una debe estar fuerte y concentrada, unas te ven y ya sea les parte la madre verte fuera, ver que tu realidad sigue la de la cárcel, incluso cuando juego y acompaño al equipo de reclusas, tengo sentimientos encontrados al ver a los custodios, recordar que antes yo estudiaba, trabajaba, tenía 19 años, aunque no entendía, porque era ingobernable, no hacía caso a mis padres... fueron seis años encerrada".
Por su parte, Leslie Alín Palacios coincide en que este deporte es un escape y motivador para sobrellevar la condena.
"Te adentras a lo que más te gusta, el tocho bandera, es una fuga al principio, pero con el tiempo lo tomas como otra forma de pensar. Yo llegué por robo al reclusorio, por una mala decisión y quererme divertir con personas que no eran las adecuadas, fue una lección de vida, aprendes a valorar muchas cosas, el deporte lo empecé a practicar al año de encerrada, hay más actividades que también hice en ocho años en prisión.
"Salí hace ocho meses y mi meta es seguir adelante, luchando pero sin dejar el tocho, creo que es importante el deporte para la sociedad, se debe seguir fomentando. Como dijo Ari [Ariadna], son sentimientos encontrados al ver al equipo de reclusas, volteo a verlas y digo 'así nos veíamos'", atizó Palacios, de 28 años de edad y seguidora de los Vaqueros de Dallas.
Originaria de la Alcaldía Venustiano Carranza, señala como la sensación más significativa es el respirar lejos de los muros y los barrotes.
"Casi no hay oportunidad de verlas [a las reclusas], no te les puedes acercar, las apoyo cada que puedo a la distancia, pero es hermoso que te den la oportunidad de respirar otro aire, porque tu vida se detiene ahí y por eso el deporte es una motivación, es muy padre, son miles de sensaciones, además el rival nunca se intimidad como cualquier podría imaginar", concluyó Leslie Alín. "Voy a seguir con el deporte, sólo es decirles que le echen muchas ganas, siempre habrán problemas y maneras de levantarte".