Tokio, el futuro del auto es hoy

Electrificación y conducción automática acaparan el bienal Salón del Motor de la gran metrópoli japonesa, incluida una propuesta compacta, eléctrica y automática para adultos mayores

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Las apuestas por los vehículos eléctricos y de conducción automática copan la 46 edición del Salón del Motor de Tokio que comenzó el miércoles con la presencia de más de 180 firmas y organizaciones de un sector en proceso de transformación.

El fabricante Honda Motor exhibe en el evento, que se prolongará hasta el 4 de noviembre, su primer vehículo eléctrico compacto, el Honda-e, que incorpora tecnología de inteligencia artificial para ofrecer información útil al conductor y al copiloto.

  La compañía es una de las firmas dispuestas a abordar el asunto acuciante de las emisiones y el endurecimiento de las regulaciones medioambientales, y aspira a que en 2030 los eléctricos representen dos tercios de sus ventas globales, dijo en una rueda de prensa su presidente y CEO, Takahiro Hachigo.

  Nissan Motor, por su parte, presentó hoy un nuevo concepto de vehículo crossover eléctrico de tamaño medio, el Ariya, con tecnología de conducción automática diseñada para autopistas.

  Junto al Ariya, el fabricante con sede en Yokohama, el sur de la capital japonesa, también exhibe el concepto mejorado del IMk, un minivehículo electrificado pensado para el transporte urbano y un sistema de asistencia de aparcamiento remoto por teléfono móvil.

  La cita nipona de 2019 cuenta con escasa participación extranjera (sólo han acudido Daimler AG, matriz de Mercedes-Benz, y Renault) y quizá por ello exhibe propuestas de tamaño compacto, populares en el país, y enfocados en trayectos cortos y sostenibilidad, para superar la reducción del mercado local ante el envejecimiento demográfico.

  En este sentido, el líder japonés Toyota Motor exhibe un automóvil eléctrico ultracompacto dos plazas dirigido a personas de edad avanzada y múltiples dispositivos eléctricos de movilidad en interiores que permiten al usuario trasladarse de pie.

La marca japonesa propone nuevas formas de movilidad colectiva del futuro y da un protagonismo especial a la distribución de mercancías puerta a puerta. Así, destaca el e-Palette, una plataforma modular con mecánica eléctrica y conducción autónoma que admite múltiples configuraciones, como un minibus autónomo de apenas 5,2 metros de largo, pero con capacidad de hasta 20 plazas o cuatro sillas de ruedas. Entre otras funciones, se puede personalizar también como tienda, oficina, hotel y furgoneta de reparto de paquetería. Las primeras 10 unidades se estrenarán en los Juegos de Tokio 2020 para dar servicio de última milla en la Villa Olímpica.

Toyota proyecta para 2025 que toda su gama tendrá una versión eléctrica. Y presenta una variada oferta de nuevos modelos que cubren todas las necesidades de transporte personal, repartidos por diferentes zonas del salón. 

Es el caso del avance de la segunda generación del Mirai, su modelo de hidrógeno, del que ha vendido ya 10.000 unidades. El Mirai 2 Concept estrena plataforma (chasis), crece hasta 4,97 metros de largo y adopta una imagen y un comportamiento mucho más deportivos. Además, ahora ofrece más espacio interior, incluye cinco plazas y mejora un 30% su autonomía, hasta unos 600 kilómetros con el nuevo ciclo de homologación WLTP, mas realista. Y elevará la capacidad de producción hasta 3.000 unidades al año.

Estos dispositivos, que Toyota aspira a comercializar a finales de 2020, se exponen en FUTURE EXPO, y donde se exhiben varios modelos de motos voladoras, de los fabricantes NEC o A.L.I. Technologies.

Mazda ha desvelado su primer vehículo eléctrico, el MX-30, que tiene una autonomía de 200 kilómetros y exhibe puertas con apertura enfrentada, lo que le dota de una mayor originalidad; y el CX-8, que ha sido diseñado solo para el mercado japonés. 

El fabricante de motos Yamaha acude a la cita con el tres ruedas Tricity 300 y el prototipo MW-Vision Daimler y Renault, los únicos fabricantes de fuera de Japón. El Salón del Motor de Tokio abrió sus puertas al público ayer viernes tras dos días de eventos a puertas cerradas para la prensa.

La feria japonesa, bienal, cosechó una caída de visitantes en 2017 (771.200 personas) frente a 2015 (812.500).