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QUITO (AP) — El gobierno ecuatoriano denunció el miércoles ante la fiscalía general al expresidente Rafael Correa por supuestamente recibir cientos de miles de dólares del gobierno de Nicolás Maduro para desestabilizar al mandatario Lenín Moreno.
El secretario Anticorrupción, Iván Granda, acudió a la fiscalía para presentar una denuncia formal y dijo que recibió el ofrecimiento del Ministerio Público de “abrir de oficio una indagación previa sobre la denuncia”.
“Hemos entregado importante información que permitirá a la fiscalía desarrollar una investigación sobre la licitud de los fondos y para qué fueron utilizados”, agregó.
Granda detalló que el dinero fue enviado a la Fundación Eloy Alfaro -creada por Correa- por parte del gobierno de Maduro quien solo en agosto del año pasado entregó 281,000 dólares. “Indigna que los fondos, los recursos (son) de la sociedad venezolana, de la que gente que de debate en la miseria, en la crisis humanitaria más grande de la historia”.
Añadió que el dinero fue repartido entre Correa, exministros y otros cercanos colaboradores del exmandatario.
En su cuenta de Twitter, Correa desestimó la acusación y sostuvo que “dicen que Venezuela nos entregó 281.000 para desestabilizar la democracia. Por favor, ya no le hagan daño a la patria y váyanse a sus casas” al tiempo que señaló que la fundación es legal y legítima.
Cerca del fin de su mandato (2007-2017) Correa creó esa organización -formalmente denominada Instituto de Pensamiento Político y Económico Eloy Alfaro- que ha estado recibiendo transferencias del estatal Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), según Granda.
Debido al apagón que persiste en parte de Caracas fue imposible que The Associated Press contactara a algún funcionario del gobierno venezolano para obtener una reacción a la denuncia.
La semana pasada durante la cumbre de fundación del bloque económico Prosur en Chile, Moreno acusó a Correa de utilizar esos fondos para tareas para desestabilizar a su gobierno y pidió a sus colegas de la región estar atentos ante presuntas iniciativas similares.
Moreno, antiguo amigo y compañero de partido de Correa, llegó al poder de la mano de este último pero poco después mantuvieron públicas divergencias. Moreno acusó a Correa de haberle dejado un Estado altamente endeudado y quebrado al tiempo que Correa lo calificó de traidor.
