Bolivia cierra votación y esperará para conocer al ganador

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Bolivia cierra votación y esperará para conocer al ganador

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 Bolivia comenzó un lento conteo de votos para conocer al ganador de los comicios presidenciales del domingo, tras una jornada electoral tranquila y con alta participación que contrastó con la tensión que antecedió a la crucial jornada electoral.

En un mensaje al país tras el cierre de los centros de votación, la presidenta interina Jeanine Áñez agradeció a los bolivianos “por la jornada tranquila” y pidió “paciencia para esperar los resultados sin generar violencia”.

La decisión del principal ente electoral del país a horas previas de la votación de descartar el sistema rápido de difusión de los resultados, generó dudas principalmente en el partido del expresidente Evo Morales, quien formuló un llamado desde Argentina a que el resultado de las elecciones “sea respetado por todos”.

Los cómputos oficiales podrían demorar hasta cinco días, indicó el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero.

Los bolivianos arribaron a los comicios en medio de un clima polarizado tras la anulación de las elecciones del año pasado por denuncias de fraude, que provocó un estallido social con 36 muertos y forzó la renuncia de Morales tras 14 años en el poder.

No obstante, autoridades y observadores destacaron el civismo de los ciudadanos que se volcaron a las urnas en forma masiva a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus y a que debieron hacer largas filas con escaso distanciamiento.

"La gente se volcó a las urnas porque quieren de una vez descongestionar esta crisis política”, dijo Franklin Pareja, profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz (pública).

Los bolivianos esperan que las complejas elecciones puedan reencaminar el futuro democrático del país tras un año de confrontación política agravada por la paralización económica que trajo la pandemia.

En La Paz ni siquiera una lluvia desalentó o evitó que muchos bolivianos emitieran su voto.

“Todos esperamos que con estas elecciones haya un gobierno y venga la paz para los bolivianos”, dijo Judy Baldiviezo, una funcionaria pública de 58 años.

“Espero que mi voto sea respetado y que no haya fraude y los políticos deben respetar los resultados”, opinó la maestra Soledad Yarqui, de 35 años, tras sufragar.

Debido a que la jornada electoral fue extendida debido a la pandemia, todavía se observaban filas en las mesas de votación después de las 5 de la tarde, cuando cerró el periodo de votación.

“La gente tiene un espíritu cívico admirable y eso es valioso en un país que ha tenido que repetir su proceso electoral”, destacó Francisco Guerrero, de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Desde Buenos Aires, donde vive exiliado, Morales abogó porque “el resultado de las elecciones sea respetado por todos”, aunque dijo que la decisión del TSE de suspender el conteo rápido a pocas horas de la votación, “despierta dudas”.

Los comicios enfrentan al ex ministro de Economía Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales y favorito en las encuestas y al expresidente Carlos Mesa, de la alianza centrista Comunidad Ciudadana (CC) y segundo en las preferencias. Hay otros tres candidatos a los que los sondeos daban menos opciones.

El empresario y exlíder cívico de derecha, Luis Fernando Camacho —de la organización CREEMOS y a quien los sondeos ubican tercero— podría resultar clave en una eventual disputa entre Arce y Mesa en el caso que ninguno alcance los votos suficientes y que tengan que ir a un balotaje, como pronostican las encuestas.

Para ganar en primera vuelta es necesario que el puntero obtenga el 50% más uno de los votos o un mínimo de 40% de los sufragios y al menos una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado.

De ser necesario, la segunda vuelta se realizaría el 28 de noviembre. También se renovará la totalidad de la Asamblea Legislativa de 136 miembros para cinco años.