Policía de Londres afronta "largo camino" para su recuperación, dice ministra
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LONDRES (EFE).- La Policía Metropolitana de Londres (Met) afronta "un largo periodo" de recuperación y unos "desafíos" que pueden llevar años, admitió este martes la ministra británica del Interior, Suella Braverman, después de que un informe concluyera que la fuerza es institucionalmente racista, misógina y homofóbica.
El devastador documento, a cargo de la funcionaria Louise Casey, se emprendió en 2021 a raíz del caso de Sarah Everard, la joven británica que fue secuestrada, violada y asesinada por el agente Wayne Couzens, de la Met, en marzo de ese año.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes (Baja), Braverman consideró "vital" que el público no sienta que la Policía es una amenaza e insistió en la necesidad de que se tomen medidas para investigar los antecedentes de los agentes.
"La Policía Metropolitana juega un papel importante en nuestro país, combatiendo el crimen en toda la capital y manteniendo seguros a nueve millones de londinenses, previniendo el terrorismo a nivel nacional y lidiando con amenazas significativas", dijo Braverman.
La ministra consideró además prioritario que el actual comisario de la Met, Mark Rowley, presente un plan detallado para cambiar la situación en el cuerpo y restablecer la confianza en él.
"El informe de la baronesa Casey halla problemas profundamente arraigados en la fuerza", afirmó.
Braverman agregó que exigirá que la Policía y al alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, rindan cuentas sobre los progresos que harán para mejorar la situación en el servicio policial de la capital.
"La discriminación debe abordarse en todas sus formas, y veo bien el compromiso de Sir Mark (Rawley) de hacerlo. Exigiré cuentas a la Policía Metropolitana y al alcalde de Londres", dijo.
"Pido a los londinenses que juzguen a Sir Mark y al alcalde de Londres no por sus palabras sino por sus acciones para erradicar el comportamiento racista, misógino y homofóbico".
De acuerdo con el informe, de 363 folios, hay agentes racistas y una "homofobia profundamente arraigada" en la organización, mientras que no descarta que haya más policías como Couzens.
La responsable de la investigación considera que esta fuerza debería ser incluso desmantelada si la situación no mejora.
La ciudad de Londres ya no tiene "un servicio de vigilancia vecinal en funcionamiento", mientras que los problemas son particularmente agudos para las minorías étnicas, según el informe.
