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Más de mil personas seguían en el centro de Portland en la madrugada del sábado en una protesta pacífica, a tres días del anuncio de la reducción de la presencia de agentes federales en la ciudad, un acuerdo que las autoridades de Oregon esperan que siga aliviando las tensiones mientras trata de recuperarse de meses de caóticas movilizaciones nocturnas.
La protesta nocturna del viernes imitó a la del jueves, que fue la primera que terminó sin disturbios importantes, violencia ni detenciones en semanas. El cambio de tono en el exterior del tribunal federal Mark O. Hatfield, convertido en zona cero de los enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales, se produjo luego de que el gobierno de Estados Unidos comenzó a reducir su fuerzas en la ciudad de tendencia liberal tras el acuerdo alcanzado entre la gobernadora, la demócrata Kate Brown, y el ejecutivo de Donald Trump.
Hasta la medianoche del sábado, ningún agente federal había salido del juzgado, y no había una presencia notable de efectivos de las fuerzas de seguridad en las inmediaciones.
La cerca que separaba a protestantes y agentes establecidos en el inmueble estaba decorada con globos y con banderas estadounidenses boca abajo, cosidas entre sí y con las siglas "BLM" pintadas encima, en una aparente referencia al movimiento Black Lives Matter.
El gobierno de Estados Unidos había detenido a un total de 94 personas hasta el miércoles, según el conteo más reciente. Desde el inicio de las protestas, la policía local efectuó más de 400 arrestos, según el jefe de la policía de Portland, Chuck Lovell.
