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Surcorea, de luto tras el avionazo

Tren de aterrizaje del Boeing 737-800, clave en un accidente que ha destrozado familias enteras

Por EFE

Diciembre 30, 2024 03:00 a.m.

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Seúl, Corea del Sur.- El aparente impacto con un pájaro y el fallo del tren de aterrizaje se antojan clave para entender el accidente sufrido el domingo por el vuelo 7C2216 de la surcoreana Jeju Air, siniestro rodeado aún de incógnitas que ha dejado 179 fallecidos y solo dos supervivientes, golpeando con dureza a familias enteras.

Seis minutos antes de aterrizar, salirse de pista y estallar al chocar contra un muro, el vuelo 7C2216, un Boeing 737-800, recibió de la torre de control del aeropuerto de Muan (290 kilómetros al suroeste de Seúl) una alerta de riesgo aviario, que se emite cuando se detecta una gran bandada de pájaros o aves de gran tamaño en torno a la trayectoria del avión.

Dos minutos después, el capitán emitió un “mayday” o alerta de socorro antes de aterrizar sin desplegar el tren de aterrizaje ni aparentemente otros mecanismos de frenado, como los spoilers (las placas móviles situadas en la parte superior de las alas que aumentan la resistencia al aire) o el empuje inverso de los motores (que desvía la dirección del escape y reduce la aceleración).

Los expertos consideran no obstante que el fallo en un motor (posiblemente por el impacto con un ave) no debería haber afectado a los otros sistemas y que será necesario dilucidar si además del supuesto choque, pudo haber también algún defecto en la aeronave o en el mantenimiento.

Se espera que la investigación se demore lo menos seis meses y que pueda llegar a durar años, sobre todo tras conocerse que una de las dos cajas negras, la grabadora de datos de vuelo (FDR), resultó parcialmente dañada y decodificarla llevará más tiempo.

Familiares que esperaban la llegada de sus allegados han explicado a medios surcoreanos que recibieron mensajes instantáneos de sus seres queridos, algunos incluso bromeando, indicando que la tripulación les había informado de un problema en el avión debido al choque con un ave.

El avión, los pilotos 

y la pista

El diario The New York Times, citando a la consultora Cirium, detalló que el Boeing 737-800 accidentado pertenecía a la irlandesa Ryanair, que alquilaba la aeronave a la compañía de bajo coste surcoreana Jeju Air desde 2017 y que el aparato tiene en torno a 15 años de antigüedad.

El capitán del vuelo, de 45 años, acumulaba 6.823 horas de vuelo, mientras que su copiloto, de 35, sumaba 1.650.

Algunos han apuntado a que 300 metros de pista de Muan estaban en obras por una futura ampliación, dejando 2.500 metros para aterrizar.

Los supervivientes

Solo dos personas sobrevivieron al choque, ambas auxiliares de vuelo que viajaban en la cola del avión, la cual fue aparentemente la parte menos afectada por el aterrizaje, el choque y la explosión.

Uno de los supervivientes, un varón de 33 años apellidado Lee, se encuentra ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Seúl con varias fracturas (una de ellas en el hombro izquierdo) y pronóstico reservado. La otra es una mujer de 25 años apellidada Koo y también ha sido trasladada a un centro médico de la capital surcoreana. La auxiliar de vuelo ha sufrido heridas en la cabeza y en un tobillo y se cree que está estable.