A-AA+
Moscú, Rusia.- El presidente ruso, Vladímir Putin, ofreció todo el respaldo político, militar y económico al autoritario líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, al que animó a reformar la Constitución como vía de arreglo de la crisis que enfrenta.
“Estamos a favor de que los bielorrusos por sí mismos, sin sugerencias y presiones del exterior (...), arreglen esta situación y lleguen a una solución común”, afirmó Putin durante la reunión con Lukashenko en su residencia rusa del balneario de Sochi.
Putin fue el primero en felicitar a Lukashenko por la reelección, pese a las denuncias de fraude, y le prometió el envío de una fuerza policial si las protestas antigubernamentales se radicalizaban.
Pero Lukashenko quiere garantías de que el Kremlin le apoyará ante la presión de la calle y las sanciones que prepara la UE.
La reunión, que se prolongó durante más de cuatro horas, fue la primera entre ambos mandatarios desde las controvertidas elecciones del 9 de agosto y tuvo lugar después de una nueva jornada dominical de protestas multitudinarias y represión policial en Minsk, donde fueron detenidos más de 700 manifestantes.
Eso sí, Putin vinculó su apoyo a Lukashenko a la reforma constitucional, cuyo objetivo sería celebrar nuevas elecciones legislativas y presidenciales en el plazo de uno o dos años.
“Conocemos su propuesta de comenzar el trabajo sobre la Constitución. Considero que es lógico, oportuno y conveniente”.
Al término de las negociaciones, Peskov anunció que Putin y Lukashenko acordaron la retirada de la frontera de la fuerza rusa.
“Rusia replegará su reserva de fuerzas de seguridad y Guardia Nacional que estaba concentrada cerca de la frontera ruso-bielorrusa”, anunció.