LOS COCODRILOS DE MÉXICO

Son los reptiles sobrevivientes del impacto del meteoro que cayó en la península de Yucatán hace 66 millones de años y extinguió a los dinosaurios que reinaban en la Tierra. Los cocodrilos son de sangre fría, pero cálidos de corazón pues son de los pocos reptiles que cuidan a sus pequeños. Para poner sus huevos excavan un hoyo en la arena en las playas de ríos y estuarios, donde depositan alrededor de 30, que cubren con arena procurando que haya sombra, pues la madre celosa montara guardia junto al nido todo el tiempo. A punto de nacer, los cocodrilitos gimen para que la madre los desentierre y los ayude a salir a la superficie. Igualmente, conduce a cada uno hasta la orilla y el grupo de recién nacidos permanece unido junto a ella. Como en otros reptiles el sexo depende de la temperatura de incubación, si la temperatura del huevo fluctuó entre 32 o 33 grados centígrados serán machos, más o menos calor, dará lugar a hembras. Recién salido del cascaron cada cocodrilito, ya está totalmente formado y tiene que vérselas con el mundo. Los atacan mapaches, felinos y serpientes; a pesar de su valentía, muy pocos llegan a ser adultos.
? Desde que nacen pueden caminar, nadar y cazar insectos, ajolotes, ranas, peces. Tienen excelente visión nocturna; su pupila vertical se agranda en la oscuridad, como en los gatos.
? Las escamas y placas corneas de su piel protegen su cuerpo como coraza. Testimonio viviente de la ferocidad del mundo hace unos 150 millones de años cuando evolucionaron los cocodrilos y los dinosaurios dominaban la Tierra.
Existen 23 especies en este exitoso Orden Crocodilia, por todo el mundo menos en los polos. Sus ojos y nariz en la parte superior de la cabeza, le permiten nadar sumergido mientras observa y olfatea en busca de presas que sorprender. Sus hocicos son largos, con mandíbulas el doble de poderosas que el jaguar y más de cien dientes cónicos, que le vuelven salir si se desprenden. Son eficientes depredadores y su presencia indica un medio ecológico saludable y equilibrado.
? Crocodylus acutus. Especie endémica de la costa del Pacifico mexicano, usan la lengua como una membrana tapón en la garganta para que el reptil pueda atrapar peces sin que le entre agua. Igualmente, su lengua le sirve para regular su temperatura.
En nuestras vacaciones desde SLP a la costa, podemos visitar varios parques donde se les tiene protegidos y pueden verse de cerca a estos asombrosos y elusivos reptiles en su hábitat natural de ríos y manglares. Es una inolvidable experiencia para los niños y toda la familia. Mucho mejor que subirse a un “ensordecedor paseo” en catamarán con barra libre y música guapachosa.
? El velero Palomitas con capacidad para siete tripulantes. Navega por la costa del Pacifico mexicano, reportando sobre especies silvestres y haciendo divulgación científica en los puertos pesqueros. (Ver: Veleristas del Desierto en Facebook)
En el proyecto Veleristas del Desierto, (Ver sitio en Internet) recorremos la costa del Pacifico en un velero, reportando las diversas especies de animales silvestres. Esta vez visitamos el Cocodrilario de San Blas, Nayarit, a unas 6 horas de SLP. Ahí entrevistamos al Biólogo Frank Hernández. Responsable Técnico del Cocodrilario Kiekari. (Kiekari.info) ubicado en la carretera de la Bahía de Matanchen. Su fascinación desde niño por conocer estos grandes y extraordinarios reptiles, lo ha llevado a investigar a fondo su comportamiento y finos sentidos que han hecho sobrevivir a los cocodrilos por tiempos geológicos, pese a las agresiones de la naturaleza y del hombre. Un sentido sorprendente proviene de unos pequeños poros en el borde de sus labios que captan hasta la más mínima onda en la superficie de un pantano y le indica al animal que algo se mueve en el agua. Pueden estar horas sumergidos, y su sistema inmune es muy eficiente, casi ninguna enfermedad los afecta.
Estos grandes depredadores son indispensables para la salud ecológica de estuarios y manglares, solo necesitan que los dejen en paz para sobrevivir. En eso son muy buenos, tienen millones de años de experiencia.
Proteger y conservar nuestras especies endémicas es tarea y obligación de todos, será el patrimonio natural de nuestros hijos y nietos. Las costas de México son un tesoro de naturaleza, muy apreciado por turistas extranjeros. Es importante que aprendamos a valorar nuestro mar y sus riquezas ecologías. Las marinas y puertos de México han recibido por años a miles de veleros y embarcaciones turísticas extranjeras; recientemente pasaron a estar a cargo de la Marina Armada de México. Estas nuevas administraciones del sistema portuario nacional (ASIPONAS) deben resguardar y difundir la protección de nuestro patrimonio ecológico, de especies silvestres y áreas naturales. De igual modo deben facilitar las actividades náuticas a los veleristas mexicanos, para que naveguen en su propio mar y difundan el amor a este tipo de aventuras entre la juventud nacional.
gonzalez7063@hotmail.com
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