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2021

Por Luis González Lozano

Enero 09, 2021 03:00 a.m.

Saliendo de un cruel, caótico e histórico 2020, y en el inicio de esta nueva aventura llamada 2021, donde tenemos 365 oportunidades para mejorar nuestra relación con el medio ambiente, es momento que todos lo tomemos como un tiempo lleno de esperanza y ganas de salir adelante, colocando nuestro granito de arena paro no seguir perjudicando al planeta.

Existen miles de cosas que nos gustaría cambiar de la noche a la mañana para sanar nuestro entorno, por lo que nos dimos a la tarea de enlistar algunos propósitos para un 2021 más verde.

Este listado incluye tanto acciones para los gobernantes, como actividades enfocadas a los ciudadanos, ya que el cuidado del medio ambiente corresponde a ambas partes, los primeros desde su gestión y aplicación de políticas públicas, y a nosotros con acciones pequeñas que generan cambios en el día a día.

Lo primero sería una recuperación post-covid amigable con el medio ambiente: esperamos regresar a la “normalidad”, no de forma desmedida y apresurada, sino bajo una estrategia que permita la reintegración organizada y consciente en el uso de transporte, actividades comerciales e industriales, y generación de basura.

Lograr una efectiva medición de la calidad del aire en nuestro Estado, por ser un tema de salud pública que afecta a toda la población, que puede ser o la causa de nuestras enfermedades (por ser malo, como regularmente ocurre en nuestra ciudad) o la causa de la cura de enfermedades y de un estado de salud en equilibrio (en el supuesto de que este sea lo menos contaminado posible).

México tendrá que dar pasos importantes si desea cumplir con las responsabilidades internacionales que tomó para disminuir los efectos del cambio climático; si el país no cambia el rumbo de su política energética, no tendrá tiempo para llegar al 2030 con los compromisos que se asumieron, como el rescatar el uso de energías renovables y limpias, y la reducción de emisión de gases.

Esperamos también que el Congreso del Estado sea eficiente en la legislación verde. Basta de iniciativas relleno, ornamentales y cosméticas, requerimos urgentemente una genuina preocupación por el entorno de las y los potosinos. Comenzar por armonizar la normas ambientales sería un gran avance.

Compartir en redes sociales las campañas que promueven y fomentan el cuidado ambiental, generando opinión y discusión responsable sobre los puntos de relevancia para su tratamiento entre la ciudadanía. Es nuestra obligación ser más críticos y desarrollar una auto-eco-conciencia, motivando a otras personas a ser parte de la solución y no de la problemática ambiental. El desarrollo sostenible sólo será posible con la voluntad de todos. Necesitamos más voces, más personas conscientes, responsables y participativas.

Transformar la actitud y reconocer que vivimos una realidad diferente donde la evidencia de degradación no permite dejar para después un cambio social, pues este no es el medioambiente en que nosotros vivimos de niños; estamos abandonando a nuestros hijos, nietos, generaciones futuras pues, en una tierra lastimada y acabada. Es necesario informarse sobre los problemas ambientales locales y globales, asumiendo la responsabilidad de reducir nuestra huella ecológica.

Aunque en nuestro Estado ya no pueden entregarse bolsas plásticas en supermercados y tiendas, nos hace falta crear el hábito de llevar las reutilizables, que no implica gran esfuerzo y sí pensar constantemente en nuestro hábitat.

Verificar y dar mantenimiento adecuado al automóvil que usamos, es de suma importancia para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera y mejorar así la calidad del aire.

Con estas y otras acciones que se nos pueden ocurrir, podemos hacer de este año, uno eficaz, pues ya vimos que de un día a otro lo que creíamos seguro da un revés que nos desestabiliza. El 2020 trajo una pandemia y por ende un reto mundial que aún no vencemos, pero qué haríamos si en el 2021, sumado a lo anterior ¿tuviéramos que luchar contra catástrofes y daños irreversibles al entorno?. Los efectos del confinamiento en el medioambiente han demostrado que sí es posible vivir en un mundo con aire más limpio, así como trabajar y transportarnos de manera más saludable. Además, el COVID-19 confirmó la necesidad de estar sanos para evitar correr mayores riesgos, esto es fundamental.

Basta de ser omisos en este nuevo inicio que nos trae la ilusión de salir avante de la situación mundial en la que vivimos; tómese como motor e inspiración para luchar contra el cambio climático y mejorar como personas (y el planeta en el que residimos).

No hay más tiempo, se necesita cambiar la ruta hoy, pues ha quedado comprobado que todos unidos podemos luchar contra todo, así como todos los países y ciudadanos se unieron para combatir el virus, de esa misma manera deberíamos de luchar contra la crisis ambiental, comenzando ya.

Delírium trémens.- Aunque los enemigos del medioambiente tienen otros datos, planes y objetivos, nosotros seguiremos apostando por la ecología; no importa que la SEGAM manipule criminalmente la App del AIRE para reportar una aparente calidad del aire que no es o que el Gobierno Federal pretenda eliminar las energías limpias y renovables. Si perdemos la lucha ambiental, ¡¡¡ninguna otra lucha tendrá sentido!!!

@luisglozano