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Alarmas…

Por Carlos Pérez García / PULSO

Abril 09, 2022 03:00 a.m.

Hace semanas dominan ciertos temas que parecen mucho menos importantes que lograr que crezca la economía, que baje la pobreza, que se contenga la criminalidad o que la sociedad no sea tan inequitativa y excluyente. Miren, la agenda nacional está que hierve con la llamada revocación y la iniciativa presidencial en electricidad, a lo que se agrega ahora una contrarreforma electoral a modo del gobierno.

Todo se mezcla y confunde… con segundas intenciones, y al transcurrir eso se va a acelerar el deterioro económico (inflación, desempleo). Vienen, fíjense, mayores dificultades para el presidente y el país, por lo que debemos ubicar los peligros agravados y defendernos de ellos en varios flancos a nivel interno e internacional.

Nunca se habían advertido las intenciones siniestras de una “consulta” como en el caso de la forzada Revocación de Mandato, que se realizará mañana domingo. Hasta se intenta compensar su inutilidad para México con un gran esfuerzo de movilización de quienes apoyan al presidente.

Recordemos aquí que, en un aparente revés, el 7 de abril de 2005 el Jefe de Gobierno del DF pierde el fuero para ser juzgado en un litigio, y al protestar anuncia que buscará la presidencia en 2006. Ahora podrá juntar diversas quejas, que le den elementos para fortalecerse de nuevo a fin de radicalizarse y tratar de perpetuar su movimiento.

Esto está muy retorcido, con trampas evidentes. Y ayer viernes ya difundió en su mañanera el discurso de aquella fecha, una vez que pasó la presionada decisión de la Suprema Corte sobre la Ley Eléctrica de 2021 y en anticipación a otras posibles derrotas.

La contrarreforma eléctrica de Bartlett y López Obrador, cuyo propósito central es anular la reforma constitucional del 2013, fue revivida a partir de la supuesta confianza y el impulso personal del presidente. La verdad, ante tantos cuestionamientos técnicos, ambientales e internacionales en el marco del TMEC, las ideas políticas e ideológicas de sus promotores no bastan para superar la resistencia al regreso de un estatismo nacionalista, que es previo a la globalización y ha acreditado su ineficacia.

Ya ha sido criticada o defendida en foros y discusiones, pero al parecer aún se intenta una operación política sin corregir los indudables problemas de fondo. Al darla por perdida, según algunos, el taimado AMLO simula viabilidad y “está esperando que la oposición le tumbe su reforma energética para echarles la culpa del aumento de la gasolina” (Twitter, 5/IV/2022). Al mal tiempo, darle prisa.

Se hará la víctima para extraer culpables y utilizar momentos difíciles a fin de renovar fuerzas (sabía que no iba a progresar). En otro tiempo, 1960, el bienquisto presidente Adolfo López Mateos escribió aquel texto sobre la nacionalización de la industria eléctrica, pues quería que se le considerara de “atinada izquierda” y le daba risa que a otros los asustara eso.

El absurdo de desintegrar el INE no solamente recibe hoy la denominación de “Reforma” Electoral, sino que deja de ser una evidente barbaridad para quienes quieren perpetuar su presencia en el poder por muchos años sin que cuenten los resultados de su gestión, tan sólo los referéndums o el control de elecciones.

Así empezaron las cosas en casos relevantes como el de Chávez-Maduro en Venezuela o el de Mussolini y su Fascismo en Italia. En el primero don Hugo llegó a la presidencia en 1989, empezó con su revocación en 2003, se reeligió hasta un cuarto período y al morir en 2013 les dejó a Nicolás Maduro.

En 1922, a su vez, Benito Mussolini plantea desde el poder su reforma electoral para magnificar la representación del fascismo en el parlamento, en busca de un dominio absoluto que arrasaría con el Estado de derecho y las libertades democráticas. Los siguientes años el bloque opositor se diluyó como terrón de azúcar en agua que hierve, ante reformas de inspiración autoritaria que eliminaron los representantes plurinominales (Nexos, 23/I).

Y no digo, ojo con eso, que tampoco se requieran cambios en la Ley a partir de experiencias concretas, pero las actualizaciones difícilmente serían las propuestas ingenuas o interesadas de Morena y su líder máximo. Así, el conflicto post-consulta entre los lopezobradoristas que no reconocen leyes y nuestras autoridades electorales, significará una mayor inestabilidad y nuevas distracciones mientras la economía y la situación social se siguen complicando más allá de lo que pudimos prever los catastrofistas.

cpgeneral@gmail.com

@cpgarcieral