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Bond, Jamie Bond…

Por Francisco Salazar Soni

Agosto 26, 2021 03:00 a.m.

“Si alguien dice que me 

proporcionó información secreta, 

el delito lo cometió él, no yo. 

Mata Hari.

Dentro de la comunidad de inteligencia del mundo, no hay algo más atractivo y fascinante que una mujer espía. Son muchas más de las que se imaginan y están teniendo un papel importante en la lucha contra el crimen a nivel internacional.

Más allá de la personificación de la mujer atractiva, sensual y “femme fatale”, está la mujer con capacidades y estudios de alto nivel que están generando “inteligencia criminal”, dentro de las instituciones serias de seguridad en el combate al delito, local, nacional e internacional. 

No son la cara bonita de las instituciones de seguridad, que algunos ineptos jefes encargados de la seguridad las han utilizado como “hostess” indebidamente. Sino que son discretas, grises, imperceptibles, bilingües, informáticas, capacidad de sociabilidad, independientes, solteras y casadas, equilibradas emocionalmente y lo más importante, inteligentes, motivadas y con capacidades. 

Hace más de veinticinco años se me ordenó conformar una sección de información e inteligencia y tanto el proceso de detección, evaluación, desarrollo y reclutamiento de agentes de caso, las mujeres tuvieron un papel preponderante y muy útil. La capacidad de adaptación al medio y su perfil, les fue idóneo para generar inteligencia callejera y sus habilidades sociales para generar información sensible, fueron invaluables.   

La inteligencia criminal actualmente va de la mano de todo un sistema de inteligencia, desde infiltramiento, hasta archivos de huellas dactilares y ADN, técnicas encubiertas de investigación, así como el uso de informantes (femeninas). 

La cantidad de información que puede extraer una espía mujer es extraordinaria, el control de la conversación y el interrogatorio sutil a un hombre o mujer, crea información de nivel. El infiltramiento en pequeños grupos delincuenciales es sencillo, aunque más peligroso, siempre apoyadas por un grupo técnico de seguimiento y protección. 

-T.I. A. Lorena (nombre ficticio) 26/08/21: Hoy salgo a un parque a correr e  identificar a un objetivo prioritario para la UI. Se sabe que representa a una célula criminal del bajío. Objetivo no es él, es su pareja. Conocerla físicamente, perfilarla, fotografiarla si es posible y darle seguimiento por 7 días. Cobertura, venta de zapatos para dama de alta gama y perfumes, así como pequeñas joyas de oro. Inscripción en el mismo club deportivo que ella. Conseguir cita en el salón de belleza a la misma hora. Invitación a salir a tomar una copa o un café, dejarle algunas prendas (zapatillas y joyas) en su poder para generar confianza. Lograr obtener huellas dactilares, ADN y número de celular para su intervención. Fin de la misión-. 

TAPANCO: A mis escasos diez años llegó a mis manos un libro: “Mata Hari Le Roman dúne espionne” de Kurt Singer. Margarethe Zelle se llamaba, la espía más famosa del mundo. Fue antes, la primera “striptease” de la historia que cautivó a media Europa con sus bailes exóticos, fue fusilada por los franceses hace 104 años y nadie reclamo su cadáver.               

¿Espía de los alemanes? ¿Una doble agente? ¿Su espionaje dio como resultado la muerte de miles de soldados aliados en la 1a Guerra Mundial? ¿Un chivo expiatorio para los franceses ante las desgracias y fracasos en la guerra? No lo sé, pero sí sé que fue la agente H21. 

Francisco.soni@uaslp.mx 

twitter: @franciscosoni