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Camila, víctima de la impunidad

Por Francisco Rivas

Abril 02, 2024 03:00 a.m.

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La impunidad en el caso de homicidio de Camila Gómez, una niña de 8 años nos costó muy caro a todos los mexicanos, no sólo por la pérdida de la vida de una menor, sino por las consecuencias que tuvo y tendrá.

La negligencia, incompetencia y debilidad institucional de las autoridades municipales de Taxco y de las estatales de Guerrero impidieron el acceso a la justicia para los familiares de Camila, produjeron un linchamiento, costaron la vida de dos personas, ponen en riesgo la libertad de una parte de la población de Taxco y sentaron un muy lamentable antecedente para todas las comunidades de nuestro país.

Camila fue víctima de homicidio presuntamente por parte de una vecina quien, para encubrir el delito, fingió el secuestro de la niña.

El conjunto de deficiencias, errores y maltrato institucional comenzó cuando en la agencia del ministerio público local impidieron que la madre de Camila denunciara el secuestro, quien tuvo que trasladarse a Iguala para ser atendida.

Gracias a las cámaras de videovigilancia particulares el tío de Camila pudo identificar que la niña entró a casa de la vecina Ana Rosa Díaz y no volvió a salir.

Tras el hallazgo del cuerpo de Camila, pasaron casi siete horas sin que la autoridad actuase —pese al conjunto de evidencias que señalaban a Ana Rosa como posible responsable.

La negligencia encendió a la masa, la masa entró a casa de Ana Rosa y golpeó en repetidas ocasiones a la presunta responsable y a dos de sus hijos. La policía municipal no supo actuar, antes, durante y después del hecho. Ana Rosa murió como efecto de los golpes, los policías municipales pensaron llevar a la mujer herida a la agencia del ministerio público, donde murió, en vez que al hospital.

¿Quién va a ser el responsable de este desastre? Probablemente nadie, la justicia no se aplicó, se ejecutó una venganza mediante un delito igualmente grave.

Si no se actúa con seriedad, si no se impulsa un cambio real sobre la forma como no se atiende la seguridad y se niega la justicia a las víctimas, las cosas sólo empeorarán, los delitos continuarán al alza, las comunidades se sentirán cada vez más abandonadas y ejecutarán venganzas al margen de la ley —incluso asesinando a personas inocentes—, el Estado de Derecho será cada vez más débil y los ciudadanos viviremos en mayor peligro.

(Director del Observatorio Nacional Ciudadano)