Castrados y castradores
“A capar se aprende
cortando cojones”.
Refrán popular.
De las conductas criminales más complejas de comprender y explicar tienen que ver con aquellas en las que víctimas y victimarios juegan un rol de codependencia estrictamente criminal.
La castración se ha convertido en el tema desde varias aristas, en lo penal, social, histórico, psicológico y criminal. La serie de “Game of Thrones” lo aborda en uno de sus capítulos, con los llamados “Inmaculados”, que son soldados esclavizados castrados totalmente. ¿Qué pasó? En los Estados Unidos en el Condado de Le Flore en Oklahoma, de fácil llegada por la interestatal 35 desde Laredo Texas hasta Dallas, como comentario, alguna vez tuve la oportunidad de recorrerla en motocicleta hasta Ouachita National Forest, montañas, bosques y valles majestuosos con cabañas perdidas en ellas.
Pues, en una de esas cabañas enclavadas en la nada, un par de homosexuales llevaban a cabo operaciones de castración clandestinas, con una invitación en su página web que no dejaba nada a la imaginación,” From the Eunoch maker and the EM Crew”, -De parte del fabricante de Eunucos y su equipo-.
Así, un ingenuo viajó desde Virginia y se prestó para su castración, le cercenaron los testículos sin anestesia general, una “operación” que llevo dos horas y que termino con una hemorragia imparable y la advertencia que tenía que tragárselos por parte de los “doctores”. El sujeto se salvó, gracias a que lo llevaron a una clínica haciéndoles las promesa que él diría que se los había cortado el mismo. Posteriormente la policía encontró la cabaña, detuvo a los dos sujetos y encontró en el refrigerador una bolsa con varios pares de testículos congelados.
El doctor George R. Brown de la East Tennessee State University, refiere sobre los trastornos parafílicos, como “fantasías recurrentes e intensas de excitación sexual, pulsiones o comportamientos sexuales angustiosos o incapacitantes y que involucran objetos inanimados, niños o adultos sin consentimiento, o el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja con probabilidad de causar daño”. Ser eunuco parece estar de moda, como una forma de perversión de conductas entre ciertos actos de criminalidad practicada como parafilicas, que pueden estar generando ya patrones de comportamientos sexuales altamente peligrosos.
Sin datos que revelen una tendencia a la castración, o que sea una necesidad de reasignación de sexo mal encauzada, lo cierto es, que también la psiquiatría actual ya en su manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM, reconoce el “síndrome escóptico”, como una disforia de género, cuando una persona con el trastorno se automutila (o puede buscar quien se lo haga), los genitales como una castración, una penectomía o una clitoridectomía.
TAPANCO: Fiodor M. Dostoievski lo percibía muy bien en su libro “Crimen y Castigo”. “La malicia esta cocida con hilo blanco”. La lógica criminal del inconsciente, quien la entiende, quien puede ponerse en la dicotomía entre víctima y victimario, en una cadena de conductas de pedofilia, voyerismo, travestismo, exhibicionismo, masoquismo y sadismo sexual, y ¿por qué no? Feminicidios.
Francisco.soni@uaslp.mx
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