Cómo fortalecer la política de combate a la extorsión
Con base en los datos oficiales, la extorsión es el delito que más ha crecido —junto con las desapariciones de personas— en los últimos 7 años.
Si comparamos la tasa sexenal de 2018 a 2024 con la del sexenio previo, la extorsión aumentó 37% y en lo que va del año, la extorsión ha crecido otro 5%.
Para atender tal crisis, el gobierno federal anunció una estrategia dirigida a reducir la incidencia de dicho delito que comprende reformar el marco normativo; usar para dicho fin las Unidades Especializadas en Combate al Secuestro (UECS); fortalecer la labor de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para identificar los movimientos de dinero derivados de dicho delito; cancelar las líneas telefónicas asociadas a la extorsión; impedir las llamadas de celulares desde los penales; incentivar las denuncias a la línea 089, entre otras medidas.
Es importante subrayar que el reconocimiento de la crisis de extorsión manda una señal de responsabilidad. Un gobierno que admite la falta de resultados en un área y propone una estrategia clara, específica y bien articulada, genera confianza —particularmente cuando por 6 años no hubo rumbo en las políticas de seguridad y justicia y se negó sistemáticamente la realidad en torno a delitos y violencia.
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Desde hace 15 años en el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) hemos analizado el comportamiento de la extorsión; estudiado las políticas públicas para su combate; investigado la diversidad que existe entre las capacidades institucionales del país; entendido cómo operan los grupos delictivos; trabajado con autoridades de los diferentes niveles de gobierno; descrito las deficiencias normativas y atendido las víctimas derivadas de su incidencia.
Si bien según datos de Inegi de los casi 5 millones de extorsiones que ocurren al año, el 90% son telefónicas, es recomendable priorizar los esfuerzos en combatir la extorsión presencial.
Urge establecer un sistema de denuncia anónima que proteja a las víctimas. Actualmente quien denuncia la extorsión presencial se expone a ser secuestrado, torturado e incluso desaparecido o privado de la vida.
Para construir confianza se necesita limpiar a las instituciones, combatir la corrupción, sensibilizar a los servidores públicos en cómo tratar a los denunciantes, abatir la impunidad.
Otra labor titánica será combatir la corrupción en los penales.
Desde el ONC renovamos nuestro compromiso para acompañar a las autoridades federales y estatales, donarles los frutos de nuestra experiencia. Toda vez que cuando funcionarios y sociedad civil hemos trabajado de la mano hemos logrado reducir delitos y violencia, si hoy llegamos a la crisis en la que estamos es precisamente por una errónea política de puertas cerradas donde quienes ganaron fueron los delincuentes en el perjuicio de todos los mexicanos.
@frarivascol
(Director del Observatorio Nacional Ciudadano)










