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Cultura charra

Por Óscar G. Chávez

Marzo 18, 2023 03:00 a.m.

A

Es difícil precisar qué es lo que el gobernador entiende por cultura, casi tanto como saber cuáles son las directrices que en este mismo campo desarrolla la secretaría de Cultura, instancia encargada de la gestión y desarrollo de las políticas culturales en el estado. Con todo y la dificultad algo queda claro: la cultura no es el fuerte, ni tampoco prioridad, de esta administración.

 El controversial asunto de la Procesión del silencio sólo es el corolario (al menos hasta ahora) de algo perceptible desde la campaña electoral e iniciado formalmente desde que Ricardo Gallardo tomó protesta como gobernador: su nivel de cultura general adolece de una profunda anemia en todos los aspectos; más, todavía, cualquier manifestación cultural que él llegue a asociar con códigos que le resultan incomprensibles y que pudieran ser catalogados como de extracción burguesa deben ser repudiados.

Hace unos días, Odín Patiño, director del museo Francisco Cossío (antigua Casa de la Cultura) se dedicaba de lleno y sin ningún tapujo a practicar la extorsión con pintores interesados en exponer en ese espacio, pidiéndoles un moche sobre pinturas vendidas y llegando a sugerir a una pintora, también a manera de pago por exponer en ese espacio, inmortalizara al gobernador en una pintura ecuestre ataviado a la usanza charra, que como todos sabemos es la actividad que causa delirio al mandatario local.      

No es malo solicitar una obra de arte de los propios pintores cuando se trata de enriquecer acervos, recordemos que la que por muchos años fue la gran colección del Instituto Potosino de Bellas Artes (destruida por la atrofia cerebral y enmariguanamiento permanente de un director) fue formada gracias a la visión del maestro Raúl Gamboa quien invitó a los pintores potosinos a donar una obra que consideraran representativa de su producción; pero de eso a conducirse como una galería comercial y (la cereza del pastel) atreverse pedir una pintura para quedar bien con su padrino, hay mucha diferencia. 

La amplia difusión de este asunto llegó a oídos del gobernador quien hizo a la secretaria de Cultura un enérgico requerimiento de cese al exhibido director: “Ojalá que la secretaria tome cartas en el asunto, le lea la cartilla o ya que le dé las gracias”. Todos sabemos que no ocurrirá, porque ni saben de qué va el asunto ni cartillas existen en esta administración y de dar las gracias, ni pensarlo; pero, fiel a su estilo aparenta generar un cambio exponencial, cuando en realidad se vive un retroceso no sólo en lo cultural, sino en todos los aspectos.   

Pero, hay que leer con detenimiento la que fue la rúbrica de ese mensaje, un poco defendiendo al director gandalla y otro poco, quizá, curándose en salud por el abandono en que se encuentran los museos: “Nadie se quiere meter a un museo, ya nadie busca poder ver una obra de arte, se está perdiendo esa parte”.

Lo que olvida el principal promotor de tamborazos en el estado es que, por un lado, es él quien lejos de fomentar las visitas a esos espacios, en repetidas ocasiones los ha señalado como elitistas y, por el otro, que el abandono en el que se encuentran no se había visto en ninguna de las administraciones de “la herencia maldita” que le antecedieron. Nunca, me atrevo a asegurar que desde los tiempos de Gonzalo Santos, las instituciones culturales habían atravesado tal nivel de decadencia e inexperiencia, ni siquiera en los aletargados y mediocres sexenios de Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras. 

Por otro lado, no sé cuántos museos haya visitado el gobernador ni qué tan abundante sea su conocimiento sobre el tema, pero supongo que sólo se refiere a San Luis Potosí, porque en general en los museos de México (y del mundo) hay enormes filas por quienes sí “buscan poder ver una obra de arte”, aunque ¿quién querría entrar a un museo potosino para admirar una pintura del cacique en turno disfrazado de rural porfiriano? 

Nota al margen: en días pasados los administradores de la cultura en San Luis Potosí presentaron la que dicen será la septuagésima edición de la Procesión del silencio. Además de la presencia de las agrupaciones turísticas y comerciales que se benefician de este evento, llamó la atención la presencia del representante de una agrupación (de furibundo corte antilopezobradorista) denominada Potosinos con valor; mucho no han de tener, pues si así fuera le harían ver al gobernador todos los desaciertos y excesos con los que gobierna.   

Gracias por la lectura. Si festejan el republicano aniversario del natalicio de Benito Juárez no se excedan.