Día Histórico
El 1 de octubre de 2024 será recordado por las siguientes generaciones como el día en que en México, una mujer, por primera vez, en más de 200 años de vida independiente, rendirá protesta como Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, una mujer que triunfó en las elecciones más grandes de la historia, que obtuvo más votos que ningún otro candidato a ese cargo y que es poseedora de un bono democrático sin precedentes.
La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, deberá honrar con su actuar, la memoria de millones de mujeres mexicanas que le precedieron, aquellas que abrieron la brecha en la lucha por conquistar los más elementales derechos humanos, que por el hecho de ser mujeres les fueron negados.
Por las sufragistas, por las trabajadoras, por las que pelearon en la independencia, la reforma y la revolución, por las víctimas de la violencia de género y su más cruda expresión que es el feminicidio, pero también por las incansables madres buscadoras.
No hay plazo que no se cumpla ni lucha que no rinda frutos, este martes se marca el final de la era de la presidencia patriarcal, cuyo origen podemos datarlo desde la herencia de ancestrales Tlatoanis, luego Virreyes, pasando por dos efímeros imperios y una largísima lista de Presidentes de la República, desde Félix Fernández (Guadalupe Victoria) hasta López Obrador, sin duda es el fin a una era, pero el principio de otra.
El ejercicio del poder ahora está en sus manos, ella dependerá de su sapiencia, su inteligencia y gran capacidad probada ya en el ejercicio del servicio público; a todos nos conviene que la Presidenta de la República le vaya muy bien, pues aunque habemos millones quienes no comulgamos con la expresión política que la llevó al cargo, tenemos la esperanza fundada de que se comportará como una verdadera Estadista, que antepondrá el bienestar nacional por encima de cualquier intento de disfrazado maximato, pues será la Presidenta de casi 127 millones de mexicanos, enfrente tendrá de inmediato enormes retos como la violencia en el país, exarcerbada en Estados como Sinaloa o Chiapas, el desastre climático que devastó nuevamente Acapulco, la exigencia de medicamentos en el sistema de sanidad pública y desde luego el desencuentro con los trabajadores del Poder Judicial Federal, por mencionar algunos; pero también otros problemas añejos que el gobierno que se va no supo o no pudo resolver, como la desaparación de los 43 de Ayotzinapa -a una década de la noche de Iguala-, la crisis en materia de atención a víctimas y el combate a los cárteles que dejó de ser un tema de seguridad pública para convertirse en uno de seguridad nacional.
De modo que, quienes por convicción seguimos creyendo en la democracia como una forma de vida, deseamos éxito al gobierno federal que inicia este martes, y ojalá que, a diferencia de lo que consignaba el excelso Daniel Cossío Villegas en su “Estilo personal de gobernar”, refiriéndose a Luis Echeverría-, que el estilo de la Presidenta Claudia se distinga por la prudencia, la templanza y la buena política, en hora buena para México y por el bien de todos, mucho éxito.
Los sigo leyendo en el correo:
jorgeandres7826@hotmail.com.
no te pierdas estas noticias