Dos semanas
A dos semanas de la jornada electoral todo parece ir en orden, o casi todo. Acaso las puyas y miedos de las últimas horas, o las acusaciones reales o fingidas, o las encuestas a modo. Ni modo. En todos los partidos se han saltado diferentes leyes para promoverse y promover a sus posibles reelectos o a los parientes o los amigos. Las redes arden que da gusto y es imposible salir indemne de una conversación sobre “polaca”.
Hoy termina la tercera ola de calor, con su factor ultravioleta nivel 11, considerado extremo. En la zona centro llegamos a 39.8 grados, en la Zona Media a 45 y en Valles a más de 50 (donde hospitales y otras dependencias no tienen aire acondicionado). Seguirán otras olas y nomás no se avisoran lluvias. Y habrá más apagones, según parece.
Perlados de sudor o casi ríos seguimos entre golpes de calor y hasta golpes a secas. Militantes de partidos aliados han pedido deshacer coalisiones debido a las colisiones que se han dado. Las acusaciones de agresión son cotidianas.
De 24 muertes de personas solo se han confirmado cuatro como debidas al clima y la Secretaría de Salud reporta atención a más de 100 personas por deshidratación severa. Los animalitos también sufren este calor histórico: se ha reportado la muerte de muchos loritos (“el relámpago verde” que diría López Velarde) en la Huasteca y de monos saraguatos en Chiapas. También mascotas de amigos y conocidos han sufrido el embate de este sol que provoca sed de la buena y de la mala.
Ya esta semana el alumnado de los niveles básicos ha salido una hora antes (los del turno matutino) o entrado una hora después (los del vespertino), igual dentro del horario de sol extremo (la recomendación oficial es no salir de las 11 de la mañana a las 5 de la tarde); hasta ayer, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha respondido a la solicitud de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) para acortar el ciclo escolar quince días.
Más que al calor de la política estamos entre ánimos caldeados. Un día sí y otro también las burlas a las ideas y hasta al físico de candidatos y candidatas se apoderan de las redes. El bullying hacia la joven Lucero Mijares de parte de Videgaray y la Estaca en su programa de televisión es tema viral, pero el aplicado por los fanáticos a los candidatos de los partidos contrarios no palidece en saña.
Seguirán los apagones y seguiremos pegajosos, aunque entremos a la ducha dos o tres veces al día, si es que hay agua. Entre jingles también pegajosos, declinar es el verbo de moda en las redes, según parece en busca del segundo lugar. Galvez y Máynez se han pedido mutuamente “bajarse” de la contienda para no fragmentar el voto, pero obviamente no se da dado ni se dará.
Ya falta menos, al menos, para que baje este infierno, no diré si el del calor o el del fanatismo político. El infierno es este, decía Calvino, por cierto. Decía, en fin, Jaime Sabines:
«¿qué puedo entre los poetas uniformados
por la academia o por el comunismo?
¿qué, entre vendedores o políticos
o pastores de almas?
¿qué putas puedo hacer, Tarumba,
si no soy santo, ni héroe, ni bandido,
ni adorador del arte,
ni boticario,
ni rebelde?
¿qué puedo hacer si puedo hacerlo todo
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?»
Vayamos a hidratarnos para mantener la mente fría.
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Twitter: @corazontodito
Posdata 1: Este viernes 24 de mayo a las 7 pmse presenta la novela La conspiración de las palomas de la escritora potosina Carolina Toro en la Biblioteca Central del Estado. Ahí nos vemos.
Posdata 2: Ya tenemos ejemplares de Memorias funambulistas no aptas para acrofóbicos, mi poemario ganador de los Juegos Florales Ramón López Velarde 2023 de Jerez, Zacatecas. Entrega gratis en San Luis Potosí; a otros lares mediante Correos de México con su respectivo costo. También quedan ejemplares de la novela La bruja guachichil, palabras para otra magia y del libro de cuentos Fuera de mí, eufemismos para ciertas locuras por si quiere el paquete completo. Llame ya.
